El pasado sábado, un alto parlamentario iraní dijo que EEUU está provocando a Irán para intentar empujarlo a denunciar el acuerdo nuclear suscrito hace dos años con el Grupo 5+1 (Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania). EEUU ha aprobado esta semana sanciones contra algunas empresas y personas en Irán -al igual que contra Rusia, Corea del Norte y Venezuela, entre otros- y llevado a cabo nuevas provocaciones navales en el Golfo Pérsico para empujar a Irán a abandonar el Plan Integral de Acción Conjunta, dado que Washington no se ha atrevido hasta el momento a denunciar el mismo por las repercusiones que tal hecho tendría, la primera de las cuales sería su total aislamiento dentro de la comunidad internacional.
No obstante, Irán no caerá en esa trampa. “Se trata de un complot de los norteamericanos, que quieren presionar al pueblo y el gobierno de Irán para que salgan del Plan Integral de Acción Conjunta y sean ellos los que paguen el precio de su fracaso”, dijo Nagavi Hosseini a la agencia de prensa Tasnim. Nagavi Hosseini es portavoz del Comité de Seguridad Nacional y del Comité de Política Exterior del Parlamento de Irán.
El jueves, el Senado norteamericano aprobó nuevas sanciones contra la República Islámica, que violan claramente el espíritu y la letra del acuerdo nuclear. Éste último obliga a EEUU a levantar todas las sanciones decretadas contra Irán. El viernes, el Departamento el Tesoro impuso, sin embargo, nuevas sanciones contra algunas compañías y personas físicas en Irán después de que este país llevara a cabo una prueba con un cohete especial destinado a poner satélites en el espacio. EEUU intenta frenar el programa de misiles de Irán utilizando una resolución de la ONU que prohíbe a Teherán desarrollar misiles con capacidad de llevar ojivas nucleares. Sin embargo, tras la aprobación del acuerdo nuclear está claro que tal argumento no se sostiene. Para Irán el programa de misiles o el espacial son derechos inalienables vinculados al desarrollo de su capacidad militar y científica y no son negociables.
Hosseini ha destacado el aislamiento del lado estadounidense en sus políticas de hostilidad hacia Irán. “De los seis miembros del otro lado del acuerdo (el Grupo 5+1) sólo uno de ellos se comporta como un matón. Sin embargo, no vamos a arruinar el juego a causa de ese actor. Más bien, trataremos sólo con ese actor ofensivo de la forma que corresponda”.
Esta estrategia iraní de apoyar en todo el momento el acuerdo nuclear, como un tratado multilateral aprobado por la ONU, está dando sus frutos. El pasado viernes, el New York Times señaló que Trump estaba frustrado porque su equipo de seguridad nacional no le ha dado ninguna opción sobre cómo EEUU podría abandonar el acuerdo nuclear.
El periódico señala que el presidente norteamericano había dado instrucciones a sus consejeros para que hallaran un pretexto para declarar que Irán había violado los términos del acuerdo.
Responsables norteamericanos señalaron que la Administración Trump habría dicho a sus socios europeos que deberían estar preparados para reabrir las negociaciones sobre el acuerdo con Irán o esperar que EEUU pueda abandonarlo, como hizo con el acuerdo sobre el cambio climático de París. Sin embargo, ni Irán ni los otros miembros del 5+1 tienen intención alguna de renegociar el acuerdo y han dejado en manos de Washington el coste que tendría denunciarlo, algo que dejaría a EEUU aislado y señalado como la parte que daña la paz y la seguridad internacional.
Según el New York Times, EEUU ha planteado con los inspectores del Organismo Internacional de la Energía Atómica de Viena la posibilidad de hacer una serie de demandas irracionales a Irán, como el pedir acceso a los sitios militares iraníes -algo que está fuera totalmente del acuerdo- y cuando Irán se niegue a ello, usar este pretexto para declarar que Irán viola el acuerdo, pero este argumento carecería de cualquier credibilidad.
En este contexto de frustración, la Casa Blanca se vio obligada hace pocos días a admitir que Irán está cumpliendo con el acuerdo nuclear, aunque dejó muy claro que no estaba feliz por este hecho y realizó una serie de amenazas no específicas contra Irán.
La actitud, sin embargo, de los otros miembros del Grupo, comenzando por la Unión Europea, es la de defender el acuerdo y no hay duda de que si EEUU intenta sabotearlo, ello dejaría al resto de los signatarios del mismo del lado de Irán. En un contexto de crecientes tensiones de EEUU no sólo con Rusia y China sino también con la UE, un intento de EEUU de sabotear el Plan Integral de Acción Conjunta llevaría a una crisis más seria de Washington con la comunidad internacional y no impediría tampoco que el acuerdo continúe en vigor sin la implicación estadounidense.