Fuentes de la Resistencia Islámica en Iraq revelaron que ésta anunciará próximamente una nueva fase de operaciones militares que incluirá objetivos estratégicos del enemigo israelí, como aeropuertos, instalaciones económicas y bases militares, indicando, en declaraciones a Al-Akhbar, que “la resistencia aumentará los medios de disuasión que puedan alcanzar el reactor de Dimona en los territorios ocupados, pero en las próximas etapas”.
Las fuentes explicaron que “hay criterios que siguen las facciones, es decir, hay múltiples etapas, y actualmente las operaciones militares oscilan entre la segunda y la tercera etapa, ya que las armas en ellas son diferentes a las de las etapas avanzadas e incluso el tipo de objetivos que pertenecen al enemigo”.
Las fuentes añadieron que “después de la quinta etapa, todos los objetivos estarán disponibles y no habrá líneas rojas, y entrarán drones que pueden llevar a cabo ataques al objetivo sin ser detectados por el enemigo”, señalando que “el reactor de Dimona y otros sitios que representan objetivos vitales para el enemigo vienen en las etapas avanzadas de nuestras operaciones, en caso de que la entidad continúe matando civiles en Líbano o Palestina”.
La Resistencia Islámica de Iraq ha aumentado el ritmo de sus ataques con misiles avanzados contra objetivos israelíes, tras el martirio del secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá. Ayer, atacó un objetivo militar en los territorios palestinos ocupados utilizando un dron. Al mismo tiempo, las Brigadas de Hezbolá en Iraq acusaron a algunos regímenes árabes, incluido el de los Emiratos Árabes Unidos, de connivencia con “Israel”. El portavoz de seguridad de las brigadas, Abu Ali al-Askari, escribió en una publicación en la plataforma “X” que “en caso de que Iraq sea atacado o su tierra y espacio aéreo sean utilizados para atacar a la República Islámica, la respuesta de las Brigadas de Hezbolá no se limitará a la entidad, sino que se extenderá a las bases, campamentos e intereses estadounidenses en Iraq y la región”.
Amenazó con una “guerra energética” y privar al mundo de millones de barriles de petróleo, en respuesta a las amenazas del enemigo israelí de atacar las instalaciones petroleras iraquíes.
En medio de esta creciente escalada, el gobierno iraquí está actuando a nivel internacional y regional para detener la guerra en Beirut y Gaza, mientras que las facciones de la resistencia insinuaron, a través de plataformas cercanas a ellas, señalaron que “sus posiciones difieren de la posición oficial”, subrayando que no dejarán de lanzar sus operaciones contra “Israel”. Una fuente del gobierno dijo a Al-Akhbar anteriormente que el primer ministro Mohammed Shia al-Sudani había asignado a líderes políticos y figuras religiosas, en particular al jefe del Movimiento Hikma, Ammar al-Hakim, para hablar con los líderes de las facciones para calmar las cosas y no arrastrar al país al horno de la crisis regional.
En respuesta a esta declaración, un dirigente del Marco de Coordinación confirmó a Al-Akhbar que Al-Sudani contactó personalmente a los líderes de las facciones, un día antes de la visita del ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, a Bagdad, pidiéndoles que aplazaran sus operaciones militares contra cualquier país extranjero o regional, pero aquellos se negaron. En este contexto, el líder de la Alianza Fatah, Ali Al-Mahdi, dice que “todas las facciones y movimientos armados afiliados al eje de la resistencia no detendrán su enfrentamiento militar con “Israel”, excepto en el caso de que el enemigo ponga fin a sus incursiones y ataques en Gaza y el Líbano.”
Source: Al Akhbar