El ejército de ocupación israelí anunció el martes que había interceptado un misil lanzado desde Yemen hacia Palestina ocupada.
Las sirenas antiaéreas sonaron en amplias zonas, incluidas Jerusalén ocupada, Tel Aviv y Netanya, inmediatamente después de que se interceptara el ataque del misil.
Los medios israelíes informaron que “el misil yemení estaba a punto de alcanzar su objetivo antes de ser interceptado”.
Durante el incidente, el tráfico aéreo en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion se interrumpió mientras las defensas aéreas intentaban interceptar el misil.
Las imágenes muestran miedo y pánico en las pistas del aeropuerto mientras los colonos de Tel Aviv huyen a los refugios.
Al comentar sobre el incidente, el periodista israelí Amit Segal dijo: “Los yemeníes dispararon el misil mientras Trump pronunciaba un discurso en la vecina Arabia Saudí”.
Como lo expresó vívidamente el periodista israelí Barak Ravid: “Imaginen un misil yemení volando sobre la cabeza de Trump mientras daba un discurso en Arabia Saudí antes de llegar a Israel”, y agregó: “Los yemeníes acordaron no disparar contra barcos estadounidenses ni contra nada estadounidense”.
Fuentes locales informaron que “fragmentos de misiles cayeron sobre asentamientos cerca de la ciudad de Qalqilya, en el norte de Cisjordania”.
El servicio de rescate Magen David Adom también informó que “varios israelíes resultaron heridos mientras corrían a los refugios después de que sonaran las sirenas antiaéreas del misil lanzado desde Yemen”.
El acontecimiento se produce mientras el presidente de EEUU, Donald Trump, se encuentra en Arabia Saudí para lo que describió como “una visita histórica al Medio Oriente”. Anteriormente había anunciado el cese de los ataques aéreos sobre Yemen, lo que sorprendió a los círculos israelíes.
En este contexto, el periódico israelí Israel Hayom mencionó la posibilidad de que “Israel se convierta en un actor secundario en los acontecimientos actuales, con la posibilidad de que Trump presente un acuerdo para poner fin a la guerra en Gaza y se lo comunique a Netanyahu como una realidad definitiva”.
El periódico señaló que “lo ocurrido desde Yemen hasta Irán podría ser un indicio de una escalada de la presión estadounidense”, subrayando que “el problema se agudizará especialmente si la situación se extiende a la cuestión de Gaza, con un impacto directo, inmediato y decisivo”.
Source: Diversas