La Fundación Hind Rajab (HRF), organización de derechos palestinos, presentó una denuncia por crímenes de guerra ante la Unidad de Crímenes de Guerra de la Policía Metropolitana de Londres el lunes 9 de junio, tras el ataque naval israelí al buque de ayuda británico Madleen en aguas internacionales el domingo por la noche.
La denuncia se dirige a la unidad naval israelí Shayetet 13 y a su comandante, el vicealmirante David Saar Salama.
HRF exige la liberación inmediata de 12 activistas detenidos, entre ellos la activista ambiental Greta Thunberg, el actor Liam Cunningham y la eurodiputada francesa Rima Hassan.
El Madleen, que enarbolaba la bandera de la Coalición de la Flotilla de la Libertad, transportaba suministros médicos, alimentos, leche de fórmula y otra ayuda con destino a Gaza cuando fue interceptado a más de 60 millas náuticas de la costa. El Madleen, que zarpó de Sicilia, se encontraba en misión de entregar suministros humanitarios a Gaza, en medio de la guerra y el bloqueo israelí que comenzó en octubre de 2023 y que ha causado la muerte de aproximadamente 54.900 palestinos, en su mayoría mujeres y niños. Este bloqueo ha restringido gravemente la ayuda humanitaria en la región.
Las fuerzas de ocupación israelíes abordaron el barco, arrestaron a sus pasajeros y confiscaron la ayuda humanitaria.
La Fundación Hind Rajab denuncia violaciones, como el uso de irritantes químicos, la detención forzosa, la negación del acceso a servicios legales y consulares y un trato degradante.
Un incidente similar ocurrió en mayo de 2025, cuando drones israelíes atacaron otro barco humanitario que transportaba a Greta Thunberg frente a las costas de Malta.
Algunos activistas del Madleen “esperan para irse”, afirma “Israel”
El martes por la mañana, el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí declaró que algunos activistas se encontraban en el aeropuerto Ben Gurion a la espera de su deportación, y que otros corrían el riesgo de ser procesados si se negaban a irse voluntariamente. Los cónsules de los países de origen de los activistas estuvieron presentes en el aeropuerto para darles apoyo.
“Los pasajeros del “Selfie Yacht” llegaron al Aeropuerto Ben Gurión para salir de “Israel” y regresar a sus países de origen”, declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí en redes sociales.
“Quienes se nieguen a firmar los documentos de deportación y abandonar “Israel” serán presentados ante una autoridad judicial, de conformidad con la ley israelí, para obtener una orden de deportación. Los cónsules de los países de origen de los pasajeros los recibieron en el aeropuerto”, añadió.
Fundamento jurídico de la denuncia
El lunes, la Fundación Hind Rajab presentó una denuncia penal en el Reino Unido contra la unidad de élite Shayetet 13, bajo el mando del contralmirante David Saar Salama, por el asalto ilegal por parte de “Israel” al buque de ayuda humanitaria Madleen, de bandera británica, y el secuestro de 12 personas.
Presentada al amparo de la Ley de las Convenciones de Ginebra de 1957, la Ley de la Corte Penal Internacional de 2001 y el artículo 134 de la Ley de Justicia Penal de 1988, la denuncia alega crímenes de guerra y violaciones de la jurisdicción británica, entre ellas:
– uso de irritantes químicos desde drones;
– detención e incomunicación de civiles;
– confiscación de ayuda humanitaria y efectos personales;
– denegación de acceso legal y consular. La HRF compara esta incursión con el incidente del Mavi Marmara de 2010, citando un informe del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (A/HRC/15/21) que declaró ilegales las acciones de “Israel”. La incursión en el Madleen presuntamente viola, entre otras cosas:
– el artículo 23 del Cuarto Convenio de Ginebra;
– las reglas 55 y 56 del derecho internacional humanitario consuetudinario (CICR);
– el artículo 92 de la CNUDM sobre la jurisdicción del Estado del pabellón;
– Órdenes de la Corte Internacional de Justicia (enero, marzo y mayo de 2024) que imponen el acceso sin trabas a la ayuda humanitaria a Gaza.
Jurisdicción británica
El Madleen, buque de bandera británica, está sujeto a la jurisdicción penal británica, incluso en aguas internacionales. El Reino Unido debe investigar los crímenes de guerra y las presuntas violaciones de las Convenciones de Ginebra cometidas a bordo.
La Fundación insta a las autoridades británicas a:
– Investigar a los funcionarios políticos y militares israelíes implicados;
– Recopilar testimonios de los pasajeros del Madleen;
– Transferir el caso a la Fiscalía de la Corona para su procesamiento;
– Vigilar a los sospechosos que entran en el Reino Unido;
– Colaborar con Interpol, la CPI y los Relatores Especiales de la ONU.
Source: Diversas