Algunos apostaban por el discurso anti-iraní de Donald Trump en la Asamblea General de la ONU creyendo que éste haría a Irán dar marcha atrás. Pero se equivocaron. Apenas dos días después de la aparición pública de Trump, Irán procedió al ensayo de un nuevo misil de largo alcance llamado Jorramshahr. El mensaje es claro. Si EEUU buscan provocar una escalada de tensiones, es su opción, pero Irán no cambiará su política de defensa.
El nombre de Jorramshahr es altamente simbólico en Irán. Éste es el nombre de un puerto en el sur de Irán cuya liberación invirtió la situación en favor de las fuerzas iraníes que luchaban contra las tropas de Saddam Hussein. Antes de esta batalla, nadie creía que Irán, recién salido de su revolución, fuera capaz de repeler la agresión de un régimen iraquí armado con los más sofisticados misiles y aviones del mundo. Fue durante esta guerra que Irán entendió que era necesario contar con sus propias fuerzas para poder defenderse.
El misil Jorramshar que Irán acaba de desvelar es un arma disuasoria. Este potente misil no podrá ser utilizado en la práctica más que en caso de una agresión de envergadura contra el territorio nacional.
Algunos dirigentes subieron a la tribuna de la ONU para amenazar a Irán en su existencia, el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, por ejemplo, está multiplicando los llamamientos a una agresión armada contra sitios sensibles de Irán y presionando a EEUU para que lance un enfrentamiento armado con el país persa. Esto convierte en prácticamente obligatorio para Irán el desarrollar su potencial defensivo y disuasorio.
Teherán debe de una u otra manera hacer entender a sus oponentes que cualquier aventura contra Irán tendrá un alto costo. A la cabeza de sus oponentes está Trump, un empresario y presidente que entiende sólo el lenguaje de la pérdida y la ganancia.
Además, el acuerdo nuclear al que EEUU y otros países se refieren incesantemente no contiene ninguna cláusula que detenga el programa balístico iraní. Un acuerdo que no es demasiado popular en Irán, ya que no ha sido debidamente cumplido por los estadounidenses, pero con el que el compromiso de Irán sigue siendo total.
Por lo demás, podría ser mejor para los estadounidenses y sus aliados en Europa aprender de la crisis de Corea del Norte y entender de una vez por todas que el arma de las sanciones y amenazas no puede gobernar las relaciones internacionales .
En cuanto al primer ministro israelí, él tiene todo el interés en consultar a sus generales. Estos últimos, sin duda le dirán que el misil Jorramshahr, un misil con una distancia de 2.000 kilómetros, contiene tres ojivas que en conjunto suman una carga de 1.800 kilogramos, lo que hace que el motor sea muy potente. Esta es la tecnología de vanguardia que Irán ha dominado a pesar de las restricciones a las que ha estado sometido durante 40 años.
Source: Agencias