El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, ha señalado que la batalla contra el Daesh proseguirá hasta la erradicación total y definitiva del grupo en la región con el fin de impedir que pueda seguir actuando o recuperarse.
En un discurso televisado el domingo por la tarde, que conmemoró una semana desde el martirio del comandante de Hezbolá Ali al Asheq y el combatiente Mohammad Hassan Nasser ud Din, Sayyed Nasralá dijo que el Daesh fue recientemente expulsado de varias ciudades “y si alguien cree que la batalla debe detenerse antes de alcanzar la frontera sirio-iraquí, le digo que la estrategia del Daesh es extender su existencia para que pueda atacar otra vez y librar guerras y batallas contra localidades liberadas. Se trata de un tumor cancerígeno que debe ser eliminado”.
He aquí los principales puntos de su discurso:
El mártir, comandante Ali Hadi al Ashiq y el mártir Mohammad Hassan Nasser al Din
El mártir Mohammad Hassan Nasser al Din, de 20 años, fue un ferviente practicante desde su infancia. A él no le faltaba nada en la vida. Era un hombre joven que proseguía estudios universitarios y que escogió esta vía, la vía del mártir.
El mártir comandante Ali Hadi al Ashiq, conocido como Hayy Abbas, se unió a la Resistencia en su juventud y formó parte de aquellos que crecieron en el seno de la Resistencia y progresó y evolucionó en el trabajo del yihad. Él se formó en diversos campos de entrenamiento en el Sur del Líbano y en la Beqaa. Participó en todos los frentes y se encargó de diversas misiones.
Él fue uno de los comandantes responsable de la Liberación del año 2000. Fue uno de los jefes de las fuerzas especiales que llevó a la victoria al Líbano contra la ocupación israelí.
Con la aparición del Daesh y la amenaza takfiri, él fue uno de los primeros comandantes en presentarse en esta batalla. Él estuvo presente en todos los frentes contra el Daesh, en las batallas de Al Qusair, Qalamún 1, Zabadani, Alepo, Daraa, Qalamún 2, Arsal… Fue uno de los comandantes más importantes sobre el terreno.
Es la sangre de estos mártires la que ha creado las victorias que ahora vemos en Siria y el Líbano.
La nueva situación regional
La batalla contra el Daesh no puede finalizar sin la erradicación total de este grupo en el territorio sirio. Durante estas últimas semanas, el Daesh ha sido derrotado en las provincias de Homs, Hama, Alepo etc. y se ha refugiado en una parte de la ciudad de Deir Ezzor y su provincia, incluyendo Al Mayadin y a los dos lados de la orilla del Río Éufrates.
Algunos pretenden que es inútil perseguir al Daesh tan lejos porque ya no representa una amenaza para nuestras zonas. Sin embargo, hay que decir que en tanto que este grupo continúe en nuestra región, sea cual sea la parcela de territorio que ocupe, continuará siendo una amenaza constante y real.
El riesgo de que el Daesh ataque de nuevo, el riesgo de atentados persistirá en tanto que el Daesh exista, porque su misión es destruir la región. No tiene ningún otro proyecto. Como podéis constatar, el Daesh no ha cesado sus acciones; sus elementos atacan Deir Ezzor. Comente atentados suicidas e intenta planear cómo recuperar las posiciones que ha perdido; busca expandirse de nuevo y conquistar nuevos territorios. El Daesh actúa como un cáncer en la región y no puede ser tratado mediante la quimioterapia. Hace falta una operación de eliminación de este cáncer en la región. Su amenaza es real y seria. Y, así pues, el objetivo de nuestra batalla contra el Daesh es erradicarlo total y definitivamente.
Eso es por lo que en Iraq, el combate prosigue contra el Daesh, que continúa situado en varias zonas. Lo mismo ocurre con nuestra batalla contra el Daesh en Siria.
Hoy, nuestra batalla contra el Daesh discurre con fuerza y a nuestro favor. Algunos intentan ralentizarla y prolongarla. EEUU es el primero en intentar impedir el fin de esta batalla y no el Daesh. Los norteamericanos le ayudan en Raqqa y Deir Ezzor y buscan impedir al Ejército sirio progresar hacia las zonas donde se halla situado el grupo.
¿Por qué EEUU intenta prolongar la vida del Daesh en Siria? ¿Y en Iraq? Os recuerdo mi discurso en Baalbeck en el cual afirmé que EEUU no deseaba erradicar al Daesh. EEUU quería que este grupo continuara en Ras Baalbek. Ellos presionaron al gobierno libanés y lo amenazaron exigiéndole retrasar la operación de liberación del Líbano de la presencia del Daesh e incluso anularla. ¿Y por qué?
Porque el Daesh tenía la misión de destruir el Líbano, Iraq, Siria, los pueblos y los ejércitos de la región y llevarla al agotamiento.
Pero esta misión ha fracasado y esto es por lo que EEUU quiere castigar a los responsables directos de este fracaso.
Estas medidas punitivas han comenzado por una revisión de las sanciones económicas contra Hezbolá. Se trata de sanciones que no afectarán sólo a bancos que traten con Hezbolá sino a las compañías que comercien con Hezbolá, así como a las escuelas que reciban a gente de Hezbolá y ni siquiera los hospitales se verán libres de las mismas incluso si es para equipar una nueva sala de operaciones quirúrgicas.
Algunos temen que estas sanciones afecten a la situación económica del país. Sin embargo, esta ley es antigua, aunque será reforzada. En su versión antigua, los libaneses lograron superar el desafío de las sanciones.
Todos los esfuerzos que han sido desplegados por los responsables libaneses consistían en intentar preservar la neutralidad de los bancos del Líbano. Nosotros apoyamos los esfuerzos oficiales que buscan dejar apartados a los bancos de las sanciones norteamericanas. Podemos superar este tipo de sacrificios puesto que hemos ofrecido ya sacrificios más importantes e inestimables, incluyendo los de algunos de nuestros seres queridos.
Estas nuevas sanciones no cambiarán en nada nuestro compromiso y nuestros principios. EEUU debe saber que nada nos hará cambiar de posición. El embajador saudí para temas del Golfo Zamir Sabhan (que fue expulsado de Iraq por sus declaraciones injerencistas en el país) ha manifestado que las sanciones de EEUU contra Hezbolá son “buenas”, pero la solución reside en una alianza internacional para confrontarlo y “preservar la estabilidad y seguridad en la región”. Ésta es la postura oficial de Arabia Saudí.
En primer lugar, hay ciertos aspectos positivos en estas declaraciones. Ellas reconocen que las sanciones son ineficaces y también que Hezbolá es una fuerza regional importante, puesto que sólo una “alianza internacional” sería capaz de confrontarlo. Ésta es una idea contra la que ya advertí en uno de los anteriores discursos.
En realidad, es Arabia Saudí la que es un factor de desestabilización en la región y para la paz y seguridad regionales. Con el fin de instaurar la paz en la región hace falta que Arabia Saudí deje de interferirse en los estados. Sus injerencias, junto con la de EEUU, han destruido la región. Hace falta que Arabia Saudí deje de apoyar a los grupos wahabíes. Riad e Israel son dos factores desestabilizadores en la región. Arabia impide la paz en Yemen, Bahrein, Iraq e incluso en Pakistán.
Hezbolá, por su parte, es uno de los factores esenciales que garantizan la paz y seguridad en la región en beneficio de los pueblos de la misma, contrariamente a lo que hacen Israel, Arabia y EEUU.
Y aquellos que quieran confrontarnos nos encontrarán dispuestos, porque somos los hermanos de Hayy Abbas. En el 10 de Muharram, la sangre triunfó sobre la espada. Hoy vamos más allá: es la espada la que ha triunfado sobre la espada. En el pasado, la amenaza era más peligrosa, más real. Hoy hemos evolucionado y somos más fuertes, más potentes, más experimentados, mejor armados y más numerosos.
Somos personas que hemos prestado juramento de lealtad al Imam Hussein y hemos lanzado un nuevo eslogan: no te abandonaremos jamás ¡Oh Hussein! Este eslogan refleja nuestra verdad, esta verdad que significa que ni nuestros mártires ni nuestras madres ni nuestras esposas ni nuestros combatientes te abandonarán ¡Oh Hussein! Ninguno de nosotros ha cesado de repetir esto durante la ceremonia de duelo de los mártires de la Resistencia o desde este 10 de Muharram.
Sabed que toda mano que intente tocar al Líbano será cortada. Todo complot será abortado.
Uno de los congresistas norteamericanos ha hecho alusión al presidente Aoun, acusándole de ser un agente de Hezbolá, puesto que EEUU quieren un presidente libanés que trabaje para ellos. Sin embargo, Michel Aoun no está dispuesto a ello. Es un jefe de estado patriota y no es un agente de nadie. Él representa a una mayoría del pueblo libanés.
La situación en el Líbano es diferente hoy. Los cálculos son diferentes y nadie debe cometer errores.
Traducido por: Yusuf Fernández
Source: Al Manar