Las bases militares de Israel, que se dice -a través de las declaraciones de su ministro de Defensa Avigdor Lieberman- dispuesto a “llevar a la vez y en tres frentes diferentes una guerra sin misericordia contra sus enemigos” parecen cada vez más mercadillos de armas donde cada cual coge lo que le plaza. Por segunda vez en una semana, una base militar israelí ha sido objeto de un robo a gran escala.
Más de 2.000 M-16 y 24 granadas han desaparecido de los depósitos de armas en el interior de la base, según Sputnik, que no da más detalles. El pasado 4 de octubre, una gran cantidad de armas y de municiones fue sustraída de otra base, incluyendo explosivos, armas de guerra, obuses de 40 mm, minas antitanque etc. El Ejército israelí anunció ese mismo día que había abierto una investigación para aclarar las circunstancias de la desaparición de todo ese armamento.
El Ejército israelí sufre desde hace mucho tiempo la apatía de sus efectivos más jóvenes que tienden cada vez menos a involucrarse. Sin embargo, el tráfico de armas, que a menudo implica a militares israelíes, puede no ser la única causa de la desaparición de las armas israelíes.
Las armas en cuestión han desaparecido de una base en el Golán sirio que Israel ha ocupado durante más de 40 años. Los habitantes de la zona han mostrado su rechazo a la ocupación israelí y su vinculación a Siria.
Source: Sputnik