En la noche del martes 31 de octubre, manifestantes de Bahrein se enfrentaron con las fuerzas de seguridad del régimen de la familia Al Jalifa en Abu Saiba, una ciudad en el norte del país.
Los enfrentamientos se produjeron después de que varios jóvenes de la ciudad mencionada marcharan por las calles para condenar los recientes veredictos contra activistas bahreiníes y los crímenes cometidos contra ciudadanos indefensos del país.
Las fuerzas de seguridad lanzaron gases lacrimógenos contra los manifestantes. Los enfrentamientos se extendieron en diferentes barrios de esta ciudad.
Los choques fueron particularmente intensos en Al Diraz, donde las fuerzas de seguridad se enfrentaron a manifestantes que protestaban contra el arresto domiciliario del gran dignatario shií, Sheij Isa Qassem.
Otras regiones de Bahrein, como Yuffair, Aali, Al Muqasha, Maamir y Samahi, han sido también escenario de manifestaciones populares en contra del régimen y de los crímenes de las fuerzas de seguridad del mismo.
Juicio masivo contra opositores
Estas protestas tienen lugar en un momento en el que un tribunal de Bahrein ha emitido duras sentencias contra 17 opositores en un juicio masivo, que muestra la continuación de la represión del régimen de Manamá contra la oposición y la disidencia política.
De edades comprendidas entre los 28 y los 59 años, ellos fueron acusados de formar el así llamado grupo Al Basta y planear “una serie de atentados con bomba” en el país, señaló el canal de televisión Lua Lua.
Ocho opositores fueron condenados a cadena perpetua y nueve a sentencias de 10 a 15 años. Ellos fueron acusados de conspirar para derrocar al régimen de Bahrein, dañar el orden público y “mantener vínculos con Irán”.
Cuatro de ellos fueron privados de la nacionalidad.
Entre los condenados a cadena perpetua estuvieron dos hermanos, Mohammad y Ali Fajrawi, que fueron acusados de ser los líderes del grupo. También está el bloguero Ali al Meray, hijo de una destacada figura de la oposición, Hussein Abdul Wahab.
Un periodista, Mahmud al Yaziri, está entre los condenados a 15 años de prisión, mientras que el clérigo shií Isa al Qafas, recibió una condena de 10 años.
Según organizaciones de derechos humanos y medios opositores en Bahrein, todos los acusados, musulmanes shiíes, fueron torturados y se les negó el derecho a una representación legal durante el tiempo de la detención.
Source: Press TV