El presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró en una entrevista televisiva que la relación bilateral con Irán no ha avanzado al ritmo esperado debido a las presiones internacionales y a los “poderes hegemónicos”.
“Cuando yo viajé a Irán (2008), cuando abrimos la Embajada de Ecuador en Teherán e Irán abre la Embajada en Quito, empezamos a salir en las listas negras, rojas, púrpuras del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional), nos empezaron a acusar de lavado de activos, no pudimos vender un centavo a Irán porque no se podía abrir cuentas por el bloqueo”, comentó en un diálogo con Teleamazonas. Correa reconoció que su visita al país islámico “causó solo problemas” que “nunca nos imaginamos, pero así es la doble moral internacional”, manifestó el jefe de Estado.
Según el mandatario, a diferencia de países como Colombia y Brasil, que han podido mantener negocios con Irán, Ecuador fue el blanco de las presiones internacionales “porque somos los más débiles y porque no les caemos bien a los poderes hegemónicos”.
En ese sentido, Correa expresó la necesidad de intensificar las relaciones con esa nación, que es “un país petrolero de 80 millones de habitantes, una civilización milenaria (pero) nada de eso hemos podido aprovechar por el bloqueo y por ser quienes somos”.
Sin embargo, el mandatario destacó que tras la visita del canciller iraní, Mohamad Yavad Zarif, en agosto pasado, y la bilateral que mantuvo con el presidente de ese país, Hasan Rouhani, en 2015 en Nueva York y luego en la Cumbre de los Países No Alineados, “y ahora que dieron el visto bueno los poderes mundiales y levantaron las sanciones ya podemos profundizar y se están dando pasos agigantados para sacar el máximo potencial de esa relación con Irán”.
Source: Sputnik