Al purgar a los príncipes más poderosos en el reino, el príncipe heredero Muhammed bin Salman, de 32 años, ha creado una crisis en el reino wahabí que podría tener graves consecuencias, señaló el sitio israelí Debka.
El sábado 4 de noviembre, tras obligar a dimitir al primer ministro libanés, Saad Hariri, y mientras el mundo estaba distraído con tal hecho, el príncipe heredero llevó a cabo una gran purga destituyendo a cientos de príncipes, antiguos ministros y generales y encarcelando a sus oponentes políticos, financieros y militares. El príncipe Mitab, hijo del antiguo rey Abdulá, fue destituido de su cargo al frente de la Guardia Nacional, que protege a la familia real y los campos de petróleo, el casi único recurso del reino. Al mismo tiempo, el príncipe Walid bin Talal, el multimillonario -posee una fortuna de unos 17.000 millones de dólares- inversor en empresas como el Citigroup, Apple y Twitter fue a arrestado y encarcelado.
Todo ello sucedió en un momento en el que un misil yemení fue lanzado contra el Aeropuerto Rey Jalid en Riad y en el que Arabia Saudí continúa sumergida en la guerra de Yemen, un conflicto con Qatar, otro más amplio con Irán y una abierta disputa con el Líbano.
El objetivo de estas purgas es suprimir la oposición a la accesión de Muhammad bin Salman al trono, lo que podría tener lugar en los próximos meses tras el deterioro de la salud de su padre, el rey Salman. Esta sucesión provoca el rechazo de los príncipes más influyentes de la familia real.
Sin embargo, el sitio israelí cree que esta purga de gran escala aumentará la resistencia dentro de la familia real y los círculos gobernantes, ya descontentos hacia sus ideas y métodos. En este sentido, el sitio israelí considera que la oposición a Muhammad bin Salman se intensificará, en lugar de disminuir, en especial porque las purgas van acompañadas de una continuación de los conflictos exteriores y de un tipo de reformas sociales internas, que llevarán también a un choque con una parte del aparato clerical wahabí. En este contexto, la vida y planes de Bin Salman nunca han estado en mayor peligro, concluye el sitio.
Source: Medios israelíes