Arabia Saudí y Egipto presionaron con éxito durante los últimos días al presidente palestino, Mahmud Abbas, para que no denuncie la ocupación israelí ante los tribunales internacionales.
La presión se produjo a petición de la administración Trump, según publicó el 22 de noviembre el diario Al Khaleej Online, después de que Estados Unidos amenazara con suspender la licencia de la oficina de la OLP en Washington.
Las políticas de Arabia Saudí y Egipto dependen en gran parte de la influencia de Israel en Estados Unidos, de ahí que los dos países árabes se hayan visto obligados a presionar a Abbas.
Esta semana la administración Trump condicionó la continuidad de la oficina de la OLP en Washington a que los palestinos no denunciaran a Israel ante los tribunales internacionales.
Source: Sputnik