Desde su regreso al Líbano, Saad Hariri ha causado varias desilusiones a los dirigentes saudíes. En primer lugar, él ha retirado su dimisión, poniendo así de manifiesto algo que todo el mundo ya sabía o imaginaba: que fue el régimen saudí el que presionó al primer ministro libanés para presentar su renuncia durante un viaje a Riad.
Ahora, en una primera entrevista concedida por Hariri tras su regreso del Líbano, el primer ministro libanés, Saad Hariri, ha dicho de una forma muy diplomática a los saudíes que se niega a pedir el desarme de Hezbolá
“Nosotros (los partidarios del régimen saudí en el Líbano) no podemos hacer nada para desarmar a Hezbolá y esta cuestión precisa de una solución regional”, dijo Hariri.
Expertos libaneses han señalado, por su parte, que el desarme de Hezbolá equivaldría a dejar al Líbano casi indefenso frente a la entidad sionista, ya que el Ejército libanés no tiene ahora la capacidad para defender con éxito el país frente a un ataque israelí. La forma de luchar de Hezbolá (guerra asimética, de guerrillas etc) permitió al Líbano derrotar la agresión sionista en 2000 y 2006 y se ha revelado como la más adecuada para defender el país.
En plena lucha del Líbano contra el Daesh, Riad se negó a enviar una ayuda militar prometida al Ejército libanés. La presencia de Hezbolá al lado del Ejército libanés permitió, sin embargo, la derrota del Daesh en el este del Líbano en un corto período de tiempo.
Source: Agencias