El primer ministro libanés, Saad Hariri, desea que el Líbano sea excluido del enfrentamiento entre Arabia Saudí e Irán y elogió a Hezbolá por ayudar a reducir las tensiones políticas y religiosas en el país.
En su primera entrevista con un periódico estadounidense desde el retiro de su renuncia, anunciada bajo la presión saudí en noviembre pasado, Saad Hariri le dijo al Wall Street Journal que estaba de acuerdo con la continuación de Hezbolá en el gobierno después de las elecciones de mayo.
“Hezbolá es parte del gobierno. Es un gobierno inclusivo que comprende a todos los principales partidos políticos y ofrece estabilidad política al Líbano. Mi principal objetivo es preservar esta estabilidad política para la unidad del país”, dijo en una entrevista publicada el jueves 11 de enero.
“No podemos someternos a la injerencia de ningún país en la política interna libanesa”, dijo desde su residencia en Beirut.
“Nuestras relaciones con Irán o con los países del Golfo (Pérsico) deben estar en un buen nivel siempre que sirvan a los intereses nacionales del Líbano. Debemos mantenernos alejados de los conflictos sectarios en Oriente Medio y proteger la estabilidad del Líbano. Esto es esencial para impulsar la letárgica economía del país y lograr un crecimiento económico de entre 4% y 6% por año frente al 1% y 2% de la actualidad”, explicó el primer ministro.
Él se negó a realizar comentarios sobre su visita a Arabia Saudí el 9 de noviembre, cuando anunció su renuncia bajo la presión de las autoridades saudíes. Simplemente dijo que “Arabia Saudí no interfiere directamente en los asuntos políticos del Líbano”.
También descartó la idea de un conflicto con Hezbolá y dijo que el movimiento estaba tratando de mantener al Líbano fuera de las rivalidades entre Irán y Arabia Saudí.
Source: The Wall Street Journal