Según un reportaje del sitio libanés Al Ahed, los franceses han explicado por que rechazaron seguir la política hostil de EEUU hacia Irán el pasado mes cuando se produjeron manifestaciones en este último país debido a temas económicos, que fueron utilizadas por elementos vinculados a grupos terroristas y servicios de inteligencia extranjeros para tratar de provocar disturbios.
Francia adoptó una línea mucho más moderada hacia Irán y se opuso a Washington en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU durante una reunión especial en la que los norteamericanos se quedaron solos intentando obtener una condena contra Irán. En el tema del programa nuclear iraní y en el estatus de Al Quds, Francia ha querido también distinguirse de los norteamericanos.
Según dijeron fuentes francesas, citadas por Al Ahed, existen varias razones que impiden a Emmanuel Macron ignorar los “intereses comunes” que comparte con Irán desde que Trump tomó las riendas del poder en EEUU. Entre las razones de esta postura francesa estarían:
1 – La visita prevista del presidente francés a Irán, un viaje en el que Emmanuel Macron cuenta con abrir un nuevo capítulo en las relaciones económicas entre los dos países.
2 – Macron estaría también bajo presión de industriales franceses, sobre todo de compañías como Total y Airbus, Peugeot o de Citroën, que tienen fuertes inversiones en Irán.
3 – Francia es un país signatario del acuerdo nuclear y lo considera como una pieza clave de la estabilidad internacional.
4 – En Francia, la derecha, conocida por sus posturas soberanistas, reprocha a EEUU y a Israel su apoyo a los movimientos independentistas en Europa, incluyendo el de Cataluña. Francia se ha mostrado irritada por el apoyo político y económico de ciertos grupos de lobbistas estadounidenses a los separatistas catalanes. Se trata de varios hombres de negocios (¿Soros?) que poseen estrechas relaciones con Israel.
Fuentes francesas citadas por Al Ahed evocan paralelamente “una reunión celebrada en París por el grupo terrorista de los Muyahidin Jalq justo una semana antes de que las protestas estallaran en Irán. Algunos diputados franceses y europeos próximos a los lobbies pro-israelíes participaron en dicho encuentro al igual que algunos opositores sirios anti-Assad como Michel Kilo o George Sabra.
Aunque las autoridades francesas autorizaron la reunión, ellas no tuvieron ningún papel en ella para evitar ser acusadas de injerencia en los asuntos internos de Irán. Francia intenta hacer una distinción entre el refugio concedido a ese grupo y la complicidad en sus actividades.
El lunes 1 de enero durante un contacto telefónico con Macron, el presidente iraní, Hassan Rohani, le explicó cómo los Muyahidin Jalq habían incitado a la violencia a los manifestantes iraníes y reclamó la expulsión del grupúsculo terrorista, culpable de la muerte de 17.000 iraníes desde 1979, de Francia.
Según estas fuentes francesas, la mayoría de los franceses aspira a que haya una normalización política y económica entre Irán y Francia y esta aspiración es entendida perfectamente por el gobierno de Macron.
Source: Al Ahed