Según el diario estadounidense The Washington Post, “el ascenso del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman al poder se ve socavado por la existencia de numerosos riesgos y MBS se ve obligado a hacer frente a una amarga realidad, a saber: Arabia es económica y políticamente inestable”.
The Washington Post señala que “el príncipe heredero heredó un estado extremista, con capacidad administrativa limitada y una economía que depende en gran medida de los ingresos del petróleo”.
Y continuó diciendo: “Arabia Saudí está sobrecargada con miles de miembros de la familia real que viven con impunidad y suponen una pesada carga para la economía”.
El sector público del Reino, que emplea a 70% de los saudíes, genera una alta inflación. Además, Arabia Saudí gastado miles de millones de dólares en armamentos y en la guerra de Yemen.
A ello hay que añadir que la élite religiosa wahabí del país “impide cualquier cambio a nivel social y busca mantener su dominio y sus privilegios”, escribe el diario.
“En cuanto a MBS, desde que asumió el cargo, ha causado conflictos dentro de la familia real y ha llevado a eliminación de la inmunidad de las instituciones legales y financieras”, señala el Post.
El diario compara “la crisis económica que enfrenta el Príncipe heredero con el talón de Aquiles”, señalando que “Bin Salman busca equilibrar el presupuesto nacional del Reino poniendo fin al sistema de subsidios y beneficios, pero este método ha mostrado su ineficacia en la reforma del régimen de Arabia Saudí”.
La caída en los gastos del sector público ha dañado al sector privado que es dependiente del primero y la reducción de las subvenciones energéticas y la imposición del IVA sobre los bienes y servicios son reformas impopulares y que carecen de coherencia, según el Post.
El Post concluye señalando “el fracaso de Bin Salman, de su política y de sus planes de reformas económicas podrían generar un descontento popular generalizado”, concluye el diario.
Source: The Washington Post