El Frente al Nusra y sus aliados terroristas, en especial los uigures chinos del Partido del Turquestán, se encuentran en una posición desesperada y son incapaces de lograr ningún progreso sobre el terreno en su lucha contra el Ejército sirio. Varios cientos de ellos se hallan en la actualidad sitiados por el Ejército en una bolsa en el sureste de Idleb.
El Frente al Nusra ha lanzado ataques contra el Ejército en Idleb y en Hama, pero ellos han sido repelidos por el Ejército y han costado un gran número de bajas a los terroristas. Estas operaciones se han estrellado contra la feroz resistencia de los militares sirios, que han defendido con determinación sus posiciones en el área.
Estos ataques desesperados son una respuesta a la Conferencia de Sochi, de la que el Frente al Nusra ha quedado excluido y suponen un intento de los terroristas de presentarse todavía como un actor clave en el futuro de Siria.
La victoria siria en la toma de la Base Aérea de Abu Dhuhur, en el este de Idleb, ha supuesto, por contra, un gran revés para el Frente al Nusra porque ésta era su principal base de operaciones en el Este de Idleb y, además, la instalación podrá pronto ser usada por el Ejército sirio en sus operaciones en la provincia.
Los terroristas creen que la suerte de Idleb ha sido decidida por los gobiernos ruso, sirio e iraní y afirman que las fuerzas rusas que operan en la región no son sólo una fuerza de disuasión, sino que se han sumado a la lucha contra Al Nusra y los otros grupos militantes y juegan un papel importante en el descubrimiento de las posiciones de los militantes, que son luego bombardeadas por misiles tierra-tierra o por aviones.
Las fuerzas rusas entran en cualquier parte que ha sido liberada por el Ejército sirio para ejercer tareas de coordinación. Los rusos proporcionan además apoyo logístico al Ejército sirio y fijan los equipos que son necesarios antes de cada batalla en cooperación con las fuerzas del Eje de la Resistencia.
Algunas fuentes opositoras creen que existe un acuerdo ruso-turco por medio del cual Turquía no se opondría a la destrucción del Frente al Nusra en Siria, al que Ankara había venido apoyando en los pasados años, y a la reconquista de la provincia de Idleb por el Ejército sirio a cambio de la aquiescencia de Moscú a las ofensivas de Turquía contra los kurdos en el norte de Siria.
Estas fuentes consideran que existe un intento turco de adquirir influencia antes de la Conferencia de Sochi de finales de este mes tras la derrota de sus aliados, los grupos armados, en la provincia de Idleb, y esta sería una de las causas de la ofensiva contra los kurdos en este preciso momento.
Source: Agencias