Miles de palestinos recordaron el martes en la sureña ciudad libanesa de Nabatiye el aniversario 70 de la Nakba (catástrofe en árabe) causada por el despojo de su patria frente al establecimiento del Estado judío.
Los alrededores de Nabatiye se encuentran a solo 10 kilómetros del territorio ocupado de Palestina y en días claros se puede ver el otro lado de la frontera.
Los manifestantes portaban banderas y pancartas libanesas y palestinas, una de las cuales decía ‘Vayamos a Israel a luchar contra los sionistas’.
Una gran de seguridad custodió la concentración para evitar que palestinos enardecidos cruzarán el límite y ocurriera otra masacre como la que está sucediendo en la Franja de Gaza y en Cisjordania, los dos últimos enclaves palestinos en lo que fue su patria.
Llegaban reportes de lo que está ocurriendo en esas dos zonas rodeadas por el ocupante israelí, cuyo ejército mató a más de 60 personas e hirió a miles en un intento por acabar con protestas que se suceden todos los días en esos territorios contra la usurpación de Jerusalén, la ciudad sagrada.
Hace solo unas horas que Estados Unidos trasladó su embajada hacia ese centro urbano considerado sacro para cristianos, musulmanes y judíos, aunque por resoluciones internacionales será la capital de un futuro Estado palestino independiente.
Por ese motivo, los manifestantes quemaron imágenes del presidente estadounidense, Donald Trump, y del primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, los artífices de apoderarse de un símbolo de la nación palestina.
Lo grotesco del caso, según los observadores, es que mientras los soldados israelíes masacraban a los palestinos en Gaza y Cisjordania, los funcionarios norteños junto a judíos, celebraban la inauguración de la embajada en Jerusalén.
Source: PL