Turquía ha conseguido su meta de largo plazo: las Unidades de Protección Popular (YPG), compuestas por los kurdos sirios y catalogados por Ankara como terroristas, comienzan a abandonar una de las ciudades más importantes del Kurdistán sirio, la ciudad de Manbij.
La localidad será controlada por los militares turcos y estadounidenses de acuerdo con la hoja de ruta, elaborada por estos dos aliados de la OTAN.
EEUU hasta ahora ignoraba las exigencias de Ankara de dejar de apoyar a las YPG e impedía el avance de las Fuerzas Armadas de Turquía hacia Manbij. Sin embargo, Washington hizo concesiones y pretende mejorar las relaciones con Ankara y sembrar cizaña entre Turquía y Rusia.
Manbij, entre los objetivos de dos operaciones turcas
La ciudad de Manbij, ubicada en el norte de Siria, pasó a estar bajo control de los kurdos en 2016 tras largas batalles contra ISIS, el grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países. Se convirtió en uno de los objetivos clave de dos operaciones militares que Turquía lanzó en el territorio sirio. Se debe a que el gobierno otomano considera la creación del enclave kurdo como una amenaza estratégica para su país, donde hace tiempo desenvolvió la lucha contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en el país por considerarse terrorista.
El objetivo de la operación Escudo de Éufrates, que comenzó a finales de agosto de 2016, consistía en el restablecimiento de una zona libre de presencia de los kurdos e ISIS en la frontera sirio-turca, la liquidación de ISIS y derrota de YPG. El Ejército turco planeó detener la ofensiva después de la captura de Manbij, pero no consiguió su objetivo. De hecho, la ciudad estaba protegida del ataque turco por las fuerzas estadounidenses que reforzaron sus posiciones en esta aérea desde que comenzó la operación Escudo de Éufrates.
Además, en aquel entonces las autoridades de Manbij informaron sobre los acuerdos conseguidos con Damasco y Moscú. Las Fuerzas de Siria tomaron las posiciones al oeste de la ciudad, no lejos de la ubicación de las tropas turcas, lo que impidió el plan de Ankara.
Turquía volvió a hablar sobre sobre Manbij cuando lanzó en enero de 2018 su segunda operación en Siria, Ramo de Oliva, y proclamó como su objetivo la lucha contra las unidades armadas de kurdos sirios en la región de Afrín, en la misma zona norteña de Siria. El plan de nuevo fue obstaculizado por el apoyo que demostró EEUU a los kurdos de YPG, lo que ‘calentó’ aún más la situación en la región.
No obstante, desde febrero las autoridades turcas en varias ocasiones declararon que Ankara mantiene diálogo con Washington para resolver la situación. EEUU por su parte confirmaba que lleva a cabo negociaciones con Turquía respecto el tema, sin embargo, añadía que las fuerzas estadounidenses no planeaban ‘ceder’ la ciudad.
El tema kurdo ‘mina’ las relaciones con aliados de la OTAN
En esta situación Francia intentó interferir en la disputa entre aliados de la OTAN. A fines de marzo, el presidente galo, Emmanuel Macron, declaró que su país apoyaba a los kurdos sirios. Varios medios de comunicación informaron, citando fuentes kurdas, que durante un encuentro con una delegación de las Fuerzas Democráticas Sirias —grupo de la oposición siria con preeminencia kurda—, el presidente galo prometió enviar a Manbij tropas francesas.
Estas informaciones provocaron una fuerte reacción negativa de Ankara. El Ministro de Defensa turco comparó este paso con la “ocupación” de la tierra siria y la violación de las leyes del derecho internacional. Sin embargo, Francia no proporcionó mucho apoyo a los kurdos sirios.
Turquía hasta llegó a amenazar a EEUU con dejar a los militares norteamericanos sin la base de Incirlick.
“Para normalizar las relaciones, los estadounidenses deben dar pasos respecto a Manbij, la entrega de [Fethullah] Gulen. Cuando se habla de ello, nuestro pueblo pide cerrar la base de Incirlik [para EUU]”, dijo el ministro de Exteriores otomano, Mevlut Cavusoglu.
EEUU vivió una situación semejante en julio de 2016 cuando Ankara bloqueó temporalmente el acceso a las Fueras Aéreas norteamericanas a la base Incirlik.
Cavusoglu advirtió a EEUU que si no cumple la hoja de ruta, Turquía le mostrará su fuerza.
¿Consenso o cesión?
Pese a esta prolongada historia de discrepancias, el 4 de junio EEUU y Turquía firmaron la hoja de ruta sobre la resolución de la situación en Manbij. El ministro de Exteriores Cavusoglu calificó tal paso como un cambio significante en las relaciones turco estadounidenses.
El plan contempla la retirada de las Unidades de Protección Popular en los próximos 30 días, el traspaso de la ciudad bajo el control de las fuerzas de EEUU y Turquía en otros 30 días, después de los cuales Manbij será gestionada por las autoridades locales. Según reveló la agencia turca Anadolu, citando las fuentes diplomáticas otomanas, los militantes kurdos se verán obligados a rendir las armas proporcionadas por EEUU. De acuerdo con la Cancillería turca, el plan para Manbij podría realizarse también en otras regiones de Siria.
Los motivos de EEUU para ‘ceder’ los kurdos a Turquía
Las últimas declaraciones demostraron que Ankara puede ejercer una influencia significativa en los acontecimientos en Siria y que es necesario tener en cuenta sus intereses.
Según el politólogo ruso y experto en Oriente Medio, Vladímir Sótnikov, la advertencia sobre el cierre de la base Incirlik hace pensar a Washington. La base fue creada en los años 50 y desde aquel entonces sirve como punto clave en la mayoría de las operaciones militares de EEUU en la región. El cierre de la base aérea complicaría aún más el curso de la operación estadounidense junto con la retirada de los combatientes kurdos.
El profesor de la Academia Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexandr Vavílov, añadió que la decisión de los kurdos sirios de reagrupar sus fuerzas en Afrín también jugó su papel en la decisión de EEUU de acercarse a Ankara. Los kurdos actuaron a pesar del desacuerdo de Washington y demostraron que no permitirán el dictado norteamericano, opinó.
Con un paso hacia Ankara, Washington también espera sembrar cizaña entre Rusia y Turquía, y posiblemente también entre Ankara e Irán, según ambos expertos.
Así, Vladímir Sótnikov recordó que los estadounidenses siguen celosamente las negociaciones entre Turquía y Rusia.
“Fue muy desagradable para Washington observar cómo Turquía se distancia de lo que suelen llamar de una política unidireccional de la OTAN. Ahora Washington está listo para hacer la vista gorda a la postura de Turquía respecto las fuerzas kurdas. Sin embargo, Turquía realiza su propia política, entablando el diálogo tanto con Rusia como con EEUU”, dijo Sótnikov.
Teniendo en cuenta que el Ejército turco es el segundo más grande en la OTAN, este aliado es muy importante para el Pentágono y eso también es una de las causas que empujan a EEUU a hacer concesiones en el tema de los kurdos, que también hasta hace poco se consideraban aliados de Washington en la región.
Source: Sputnik