Fuentes de seguridad saudíes informaron sobre un ataque (descrito como “terrorista”) por parte de “tres asaltantes armados” contra un puesto de control en la ciudad de Al Buraidah, en la provincia de Qassim, al norte de Riad.
“Tres terroristas abrieron fuego el domingo 8 de julio contra el puesto de control en la carretera entre Bharatah y Tarafiyah y las fuerzas de seguridad respondieron y mataron a dos asaltantes armados e hirieron a un tercero”, dijo el portavoz del Ministerio del Interior.
Las circunstancias del ataque siguen sin estar claras. La agencia oficial de noticias saudí, SPA, confirmó la muerte de un ciudadano de Bangladesh.
El martes otro individuo desconocido disparó contra el personal de un hospital en Riad. Los medios saudíes se hicieron eco de un tiroteo en el Hospital Rey Salmán de Riad. Los medios no especificaron si se trataba de otro atentado terrorista.
Desde el intento de golpe del 22 de abril contra el palacio del príncipe heredero Mohammad Ben Salmane (MBS), el reino atraviesa un período de inestabilidad y tensión crónica. El ataque al Palacio Real, cuyos detalles aún son censurados por los medios de comunicación saudíes, fue seguido por una larga ausencia de MBS que, según algunas informaciones, continúa manejando el país desde su barco de lujo.
En un tuit del 7 de julio, el ex príncipe heredero Mohammed bin Nayef criticó duramente a Ben Salman por “perder la guerra en Siria”, donde “Irán acaba de llegar a la puerta de Jordania”. Ben Nayef alude a la toma por parte del Ejército sirio del cruce fronterizo de Nassib, una ganancia estratégica de primer orden. El ex príncipe heredero denunció “el dinero público desperdiciado” por Ben Salman y su catastrófico historial de gestión.
La guerra lanzada por Bin Salman en el vecino Yemen se ha convertido también en un pozo sin fondo que absorbe los ingresos petrolíferas al igual que lo hacen las colosales y costosas compras de armas occidentales. Para numerosos analistas, las pseudo-reformas “democráticas” de Bin Salman y su supuesta lucha contra la corrupción, que han estado siendo citadas profusamente en Occidente, no lograrán imponer la estabilidad tanto dentro del reino, donde el príncipe ha estado llevando a cabo una gran purga de sus rivales desde 2015, como en el escenario internacional.
Source: Agencias