Bajo la orden directa de Benyamin Netanyahu, Emanuele Giaufret, jefe de la delegación de la Unión Europea en Israel, fue convocado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, indicó el 12 de Julio la Oficina del Primer Ministro israelí, que lo acusó de interferencia en la votación de un controvertido proyecto de ley racista en el Parlamento (Knesset) que permitiría que en algunas localidades solo puedan vivir judíos.
El jueves por la noche, la Oficina de Benyamin Netanyahu emitió una declaración diciendo que “ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores que convocara al embajador de la UE en Israel para expresar su desaprobación de Tel Aviv y su intención de tomar medidas adicionales”.
“Después del apoyo brindado a las ONG que intentan desacreditar a Israel y denunciar como ilegal la construcción en los asentamientos, ya no hay duda de que la UE está ahora interfiriendo con la legislación israelí”, dijo el comunicado, y agregó que “aparentemente, no entienden que Israel es un estado soberano”.
La controversia está vinculada a un proyecto de ley muy criticado que permitiría que las localidades autoricen solo a los judíos a residir en ellas. Presentado por Likud, el partido de derecha extrema al que pertenece Netanyahu, este texto, si se adopta definitivamente, podría permitir a las localidades excluir la presencia en ellas de los árabes israelíes, los descendientes de palestinos expulsados de sus tierras para la creación de Israel, explica AFP.
En caso de adopción, los símbolos del régimen israelí, a saber, la designación de la ciudad palestina de Al Quds como capital, el calendario judío como el calendario oficial y el idioma hebreo como el idioma oficial, estarían anclados en la ley.
Netanyahu espera que el proyecto de ley sea aprobado antes del final de la sesión de verano del Parlamento en julio.
Emanuele Giaufret, el embajador de la Unión Europea en Israel, describió el proyecto de ley como “racista” y advirtió que la aprobación del proyecto de ley se enfrentaría a una respuesta internacional. En ninguna parte del mundo, una persona puede ser excluida de vivir en una ciudad debido a su raza o confesión.
“La ley apesta al racismo, discrimina a varios grupos, especialmente a los árabes, y atenta contra los valores que la comunidad internacional defiende y que Israel afirma sostener”, dijo.
En cuanto a la confrontación diplomática entre Israel y Europa, este caso no es el único. Tel Aviv ha convocado al embajador irlandés debido a la aprobación de una ley en el Senado de Irlanda que prohíbe la venta e importación de bienes producidos en los asentamientos.
Source: Agencias