Las facciones en Idleb viven en un estado de confusión y temor sin precedentes acerca de la posibilidad de una acción militar contra Idleb, pese a los mensajes tranquilizadores y la existencia de los puestos de control de Turquía. Muchos militantes en Idleb ven como inevitable la ofensiva del Ejército sirio.
El principal de estos grupos, el Frente al Nusra, está en la lista negra de la ONU de organizaciones terroristas y no puede esperar ninguna clemencia del Ejército sirio ni de sus aliados internacionales. Él ha obligado a sus detenidos y a la población en general a excavar trincheras y túneles en preparación de la ofensiva militar.
Según fuentes locales de Idleb, varios autobuses viajan cada día desde la prisión de Harim y otras llevando a presos y detenidos hasta el sur de Idleb y el noroeste de Hama para reforzar las fortificaciones y cavar obstáculos y túneles.
El Frente al Nusra ha llevado a cabo también una serie de asaltos a viviendas en los pueblos del sur de Idleb para detener a personas a las que acusa de estar en contacto con el Estado sirio con el fin de entregar las áreas donde viven cuando se inicie la operación militar. El grupo terrorista ha amenazado también con ejecutar a cualquiera que busque la reconciliación con el Estado sirio o la promueva.
Los grupos terroristas han lanzado una campaña de propaganda entre sus miembros afirmando que Turquía no permitirá una batalla que pueda llevar a la entrada de decenas de miles de soldados sirios en la provincia. Sin embargo, muchos no confían en tal garantía, en especial después de que el presidente sirio, Bashar al Assad, dejara claro hace unos días de que Idleb será con toda seguridad la próxima batalla del Ejército sirio. Algunos terroristas están, pues, desertando y buscando un paso para escapar hacia Turquía. Para ello han procedido a saqueos con el fin de obtener dinero para pagar el tránsito a traficantes fronterizos y a militares turcos.
Source: Diversas