El Washington Post abordó el miércoles la disputa diplomática entre Canadá y Arabia, resultado de la queja del primero sobre la decisión del régimen saudí de arrestar a dos prominentes mujeres activistas, Samar Badawi y Nassima al Sadah. La declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores del reino saudí describió la queja canadiense como una “injerencia flagrante en los asuntos internos del Reino” y una “ofensa inaceptable a las leyes del reino y al proceso judicial”.
El diario estadounidense señaló que Arabia Saudí quiere que todo el mundo vea sus prácticas de una manera diferente, y agregó que la canciller canadiense Chrystia Freeland “afortunadamente se negó”.
El 2 de agosto, ella escribió en Twitter que Canadá estaba “muy alarmada” por la detención de las dos mujeres. La Sra. Badawi es la hermana de Raif Badawi, un bloguero que cumple una sentencia de cárcel de 10 años por dirigir un sitio web que criticaba a las estrictas autoridades religiosas de Arabia Saudí”.
El Washington Post también señaló que el príncipe heredero saudí, Mohammad bin Salman, no tolera la disidencia y ha encarcelado a decenas de críticos, incluidos intelectuales, periodistas y defensores del derecho de las mujeres a conducir, y agregó que la mayoría han sido encarcelados durante largos períodos sin una apariencia siquiera de debido proceso.
“Cuando la Sra. Freeland pidió que se liberara a los Badawis, el príncipe heredero respondió expulsando al embajador de Canadá y cortando el comercio, los viajes y los intercambios estudiantiles. El mensaje es que otros países deberían ocuparse de sus propios asuntos, o de lo contrario hacer frente a las consecuencias”.
Según The Washington Post, lo que Freeland y Canadá entienden correctamente es que los derechos humanos y la libertades básicas son valores universales, no la propiedad de reyes y dictadores que los otorgan y eliminan arbitrariamente por capricho”.
“La práctica de larga duración de Arabia Saudí de negar los derechos básicos a los ciudadanos, especialmente a las mujeres, y su trato particularmente cruel a algunos disidentes deben ser asuntos de legítima preocupación para todas las democracias y sociedades libres.”
Críticas al gobierno de EEUU
El Washington Post lamentó la postura de la administración estadounidense que instaba a Canadá y Arabia Saudí a “resolver sus diferencias” “sin defender la libertad y los derechos humanos”, lo cual ha dejado que Canadá mantenga sola la bandera de los derechos humanos.
Arabia Saudí es el gran aliado de EEUU en el mundo árabe y uno de los mayores compradores de armas de EEUU.
Finalmente, The Washington Post pidió a EEUU y al resto de las naciones del G7 que apoyen a Canadá frente a los “autócratas” saudíes.
“Todas las democracias líderes – comencemos con los ministros de Asuntos Exteriores de las naciones del Grupo de los Siete – deberían retuitear el post de la Sra. Freeland sobre las activistas encarceladas”.
Source: Washington Post