El nuevo gobierno de Italia ha causado grietas en la OTAN, ya que la alianza militar encabezada por EEUU está buscando nuevas medidas para disuadir lo que denominó como la “amenaza rusa”, mientras que el nuevo ejecutivo italiano no sólo rechaza las sanciones contra Rusia, sino que busca desarrollar las relaciones con dicho país.
El viceprimer ministro italiano, Luigi Di Maio, dijo el jueves que su administración “no se dejará llevar por la voluntad de otros estados” después de que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtiera a Roma que las sanciones económicas anti-rusas eran “importantes”.
Di Maio dijo que no tenía intención de dirigir una diplomacia de “sí, señor”.
El nuevo gobierno “populista” de Italia dice que planea estrechar lazos con Rusia y revocar las sanciones contra ese país impuestas después de la crisis de Ucrania en 2014.
Roma confía en convencer a la Unión Europea de que levante las sanciones contra Rusia, que no solo dañan a la economía italiana, sino a la europea en su conjunto. De hecho, Italia ha perdido 7.000 millones de euros por día a causa de estas sanciones.
El gobierno del primer ministro Giuseppe Conte ha anunciado también que su gobierno prevé utilizar el derecho de veto de Italia para impedir la prolongación de las sanciones contra Rusia cuando el Consejo de Europa examine este tema. Esto tendrá lugar en enero de 2019.
Italia también ha señalado que es el primer candidato del G-7 a participar en el proyecto chino de la Cintura y la Ruta, también conocido como la Nueva Ruta de la Seda. El gobierno italiano prevé concretizar este plan antes de fin de año, dijo Luigi Di Maio, vicepresidente italiano. El próximo viaje de Di Maio tendrá lugar a principios de noviembre con ocasión de la Exposición Internacional sobre la importación de China (China International Import Expo) de Shanghai.
China espera que la UE pueda jugar un papel constructivo en la mejora de la conexión entre Europa y Asia.
Source: Agencias