La flota de cazas furtivos F-35 de EEUU fue inmovilizada el jueves en todo el mundo para una inspección de los conductos de combustible después de un accidente ocurrido hace dos semanas.
“Las fuerzas estadounidenses y sus socios internacionales han suspendido temporalmente las operaciones de vuelo de los F-35” para permitir una inspección de los conductos de combustible de los aviones, dijo un portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, Joe DellaVedova.
El nuevo avión, el más caro de la historia, es utilizado actualmente por los ejércitos israelí, británico y estadounidense. Varios otros países recibieron sus primeras unidades, como Noruega, Italia y Japón.
Se han vendido aviones a Turquía, Australia, Dinamarca, Canadá, los Países Bajos y Corea del Sur, pero aún se encuentran en EEUU por razones de entrenamiento de pilotos o, en el caso de Turquía, por diferencias políticas.
Lanzado a principios de los años noventa, el F-35 ha sido producido por la compañía aeronáutica Lockheed Martin y sus motores por otra compañía, Pratt y Whitney.
Según las cifras del Pentágono, 320 F-35 han sido entregados en todo el mundo, incluyendo 245 a EEUU. Se trata del más caro de los programas de armamento de la historia militar de EEUU, con un coste total de 400.000 millones de dólares. El Ejército de EEUU recibirá unos 2.500 de estos aparatos en las próximas décadas.
Israel ha suspendido también los vuelos de sus F-35 para llevar a cabo pruebas en todos sus aparatos de este tipo.
El 28 de septiembre, un F-35B, la variante de despegue y aterrizaje vertical del avión, destinado a la Infantería de Marina, se estrelló durante un ejercicio en Carolina del Sur. El avión, que costaba alrededor de 100 millones de dólares, quedó totalmente destruido.
Este incidete ocurrió el día después del primer uso militar por parte de EEUU de un F-35 en una situación de combate en Afganistán.
En junio de 2014, las autoridades de EEUU pusieron también en tierra toda la flota de los F-35 para continuar con una investigación sobre los motivos de un misterioso incendio que se produjo en uno de estos aviones mientras estaba en el suelo.
El año pasado, cerca de 50 aviones F-35A fueron igualmente inmovilizados en la Base de la Fuerza Aérea Luke, en Arizona, debido a un problema de oxígeno para los pilotos.
De este modo, las dudas sobre el aparato no dejan de surgir mientras EEUU e Israel se jactan de sus méritos.
Según los expertos, una gran parte de los problemas de este avión de caza de quinta generación está vinculada a su complejidad. Él ha tenido ya problemas en lo que respecta a su cobertura antiradar y los sistemas vitales de los pilotos.
El fracaso a la hora de fusionar los datos obtenidos por diversos sensores, su vulnerabilidad a los rayos y la preocupación por los controles de vuelo y por el depósito de municiones, que se calienta a alta velocidad, también son parte de las fallos características de estos aviones.
Los expertos rusos, por su parte, han señalado que estos aviones “invisibles” pueden ser detectados y derribados por sus sistemas S-300 y S-400.
Source: Agencias