Los resultados preliminares de las elecciones parciales al Congreso de EEUU han dado a los demócratas el control sobre la Cámara de Representantes, que habían perdido en 2018, mientras los republicanos han retenido la mayoría en el Senado. El presidente norteamericano Donald Trump, que ahora describe el resultado como “un tremendo éxito” había advertido antes de las elecciones que el control por parte de los demócratas de la Cámara de Representantes constituiría “un infierno”.
El resultado de las elecciones será que Trump habrá de hacer frente a más problemas y limitaciones en sus decisiones e incluso a una posible responsabilidad en varios temas, ya que todas las comisiones de la Cámara restarán presididas por el partido que tenga la mayoría, en este caso el demócrata. Las consecuencias de este cambio se dará, sobre todo, en el ámbito interno de la política norteamericana, ya que la política exterior seguirá estando en manos de la Casa Blanca.
Lo peor para Trump es que las encuestas le sitúan ahora por debajo de cualquier posible candidato demócrata en más de diez puntos. De este modo, se dice en EEUU que los cambios en la Casa Blanca dan inicio en la Cámara de Representantes.
De este modo, frente a las afirmaciones de Trump sobre su “éxito” en las elecciones, lo cierto es lo contrario, según puede verse en el resultado de las elecciones a gobernadores y a la Cámara de Representantes. Las mayores consecuencias de las elecciones se verán en el orden interno, pero también es cierto que los demócratas podrán hacer ahora la vida más difícil a Trump con vistas a derrotarle finalmente en las elecciones presidenciales de 2020.
Source: Agencias