Según las últimas cifras proporcionadas por el Banco Central de la República Islámica de Irán, la deuda del país con los acreedores extranjeros, que asciende a 10.093 millones de dólares, ha disminuido en un 10.7 por ciento en los últimos siete meses.
De los 10.093 millones de dólares de deuda externa de Irán a principios de octubre, 6.895 eran de deuda a mediano y largo plazo y 3.198 eran deuda a corto plazo, lo que es una clara indicación de una tendencia a la baja en el endeudamiento del país con los acreedores extranjeros.
“Cuando hablamos de sanciones, pensamos en medidas que afectan a la economía. Pero estas medidas también pueden tener un efecto positivo. En el contexto de las sanciones, el Estado ha reducido sus préstamos internacionales y, por lo tanto, no aumenta su deuda externa”, dijo a Sputnik Abdolmajeed Sheikhi, doctor en economía de la Universidad Allameh Tabatabai (ATU).
“Los cálculos económicos muestran que el impacto de las sanciones en la economía iraní ha sido solo de un 10 a 13%. En cuanto a los inversores extranjeros que se han retirado del mercado iraní, como Total, por ejemplo, estos gigantes aún no habían tenido tiempo de traer su capital a Irán. Así, su salida no tuvo ningún impacto en el crecimiento de los índices económicos”, dijo el interlocutor de la agencia.
Él recordó que la deuda externa de Irán no alcanza ni el 1% del PIB y que desde 1979, la República Islámica se cuenta entre los países menos endeudados del mundo.
“Es posible que debido a las sanciones nos enfrentemos a un problema de reducción del presupuesto, pero no tomamos préstamos ni acumulamos deuda externa. Al recortar el presupuesto, estamos buscando potenciar las fuentes domésticas de ingresos, al tiempo que aumentamos la producción nacional y esto afecta positivamente al empleo”, dijo el iraní.
Source: Sputnik