La administración de Donald Trump realizó una evaluación preliminar este mes de su política de “máxima presión” contra Irán y reconoció que este enfoque no está funcionando.
“La evaluación preliminar realizada por la administración y filtrada al International Crisis Group (ICG) concluye que el enfoque de los EEUU no ha logrado que Irán cambie su política ni llevar el país a la mesa de negociaciones”, dice el informe del ICG. Tampoco hay muestras de descontento en Irán contra el poder a pesar de las sanciones. Por el contrario, la política de sanciones ha reforzado la unidad nacional de los iraníes frente a EEUU.
“Hasta ahora, no hay nada que indique que la administración esté logrando alguno de sus objetivos”, escribió el ICG en su nuevo informe.
Según el sitio de análisis estadounidense Al Monitor, al ser preguntado sobre la eficacia de su política anti-iraní, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de EEUU se negó a comentar el tema. El Departamento de Estado no confirmó ni negó esta evaluación.
Un responsable del Departamento se contentó con señalar que “la retirada de la Administración Trump del acuerdo nuclear ha privado a Irán de miles de millones de dólares en rentas petrolíferas”.
El informe concluye señalando que EEUU ha fracasado en su política hacia Irán y tampoco ha persuadido a la UE para presionar a ese país.
El ICG cree que EEUU podría presionar al Organismo Internacional de la Energía Atómica para crear una “crisis de inspecciones con Irán” intentando ir más allá del acuerdo en este tema de las inspecciones. Hasta el momento, sin embargo, el OIEA ha certificado el cumplimiento del acuerdo nuclear por parte de Irán.
Esta política estadounidense se correspondería con la del régimen israelí, que ha intentado en varias ocasiones volver al OIEA en contra de Irán publicando informes falsos sobre el programa nuclear iraní.
Source: Sitios Web