Desde hace algún tiempo, abundan las provocaciones de los medios israelíes que evocan el estado de salud del número uno de Hezbolá. Algunos medios de comunicación árabes bajo control saudí han participado voluntariamente en este circo en concierto con los medios israelíes, especialmente los próximos al primer ministro Benyamin Netanyahu. Medios menos hostiles también intervinieron en esta campaña por razones de notoriedad y para elevar sus ventas.
Rumores, noticias falsas, fabricaciones, especulaciones, exageraciones y fuentes falsas. Los ingredientes no faltan en esta campaña de intoxicación.
El más reciente de estos rumores data del 14 de diciembre y supone un paso más en esta escalada: se refiere a la muerte de Sheij Nasralá en un hospital de Beirut. Israel al Youm, cercano a Netanyahu, difundió esta “noticia” el 14 de diciembre citando a supuestos medios libaneses.
Anteriormente, estos medios de comunicación habían afirmado que Sayyed Nasralá tenía cáncer o que fue hospitalizado por un ataque al corazón. Estos rumores no son nuevos. Algunos dijeron que estaba siendo tratado en hospitales iraníes. Algo a lo que un portavoz iraní, Hussein Abdullahian,respondió, primero acusando a los israelíes de mentir y asegurando después que Sayyed Nasralá orará a Al Aqsa. Un discurso que sabe cómo irritar a los israelíes al insinuar que Palestina será liberada pronto.
Los medios de comunicación israelíes incluso han comenzado a referirse a una supuesta grabación de sonido, también falsa, difundida en Internet y atribuida a Sayyed Nasralá, en la cual él negaba la información sobre sus enfermedades y su hospitalización.
La difusión de esta grabación fue una ocasión para el que supuesto tuitero libanés Jerry Maher desafiara a Hezbolá e Irán para que Hassan Nasralá pronunciara un discurso en directo y sobre el terreno y no a través de una pantalla con el fin de confirmar que estaba bien de salud y no estaba en un hospital. La verdadera identidad de este individuo es la de Daniel Ahmad al Ghosh y no Jerry Maher. Él tampoco es periodista y no ha sido tomado en serio en el Líbano.
Él vive en Suecia y posee la nacionalidad sueca y parece contectado a lobbies pro-israelíes en Europa. Su principal objetivo es el de fabricar mentiras contra Hezbolá, la Resistencia y sus líderes, señala el sitio libanés Al Hadath News. El diario israelí Yediot Aharonot prefiere atribuirle vínculos con los servicios de inteligencia occidentales.
Esta campaña se produce en un momento en el que el partido de la Resistencia y su líder observan el mayor silencio con respecto a los túneles descubiertos por los israelíes en la frontera del sur del Líbano. Este silencio parece haber irritado a los líderes israelíes, sobre todo los medios próximos al primer ministro, Benyamin Netanyahu.
Este último se encuentra en una mala posición interna, debido a acusaciones de corrupción que podrían dar lugar a una acusación formal contra él antes de las elecciones legislativas del 9 de abril. Y también debido al fracaso de la operación de comando en la Franja de Gaza y el posterior revés militar en la Franja causado por los ataques con misiles contra la colonia israelí de Ashkelon. Todo ello ha destrozado su gobierno y le ha obligado a convocar elecciones.
Tanto el caso de los túneles como en el de las supuestas enfermedades de Sayyed Nasralá, estas campañas mediáticas parecen estar dirigidas al público israelí con el fin de cubrir los problemas de Netanyahu en la próxima campaña electoral programada para la próxima primavera.
Según el Canal 12 israelí, lo que más buscan los israelíes en Google en los últimos días es la palabra “Nasrallah”.
Hezbolá, plenamente consciente del problema, está haciendo oídos sordos a esta campaña. Medios libaneses dignos de ese nombre han citado fuentes del partido libanés, que aseguraron que la próxima aparición de Sayyed Nasralá tendrá el 11 de febrero y luego otra el día 16 de ese mes. Dos fechas fijas, cada año, para conmemorar la Revolución Islámica en Irán y los comandantes mártires de Hezbolá respectivamente. Entretanto, Sayyed Nasralá ha transmitido el mensaje de que es él solo quien decide cuándo quiere hablar.
Source: Al Manar