Las fuerzas de seguridad sudanesas dispersaron el jueves con gases lacrimógenos a cientos de personas y detuvieron a otras 30 que pedían cerca del Palacio Presidencial la renuncia del mandatario Omar al Bashir.
A pesar del tono conciliador del gobernante, las manifestaciones en su contra siguen vigentes desde el pasado 19 de diciembre exigiendo también la creación de un Gobierno de transición que organice elecciones.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos ubican en 45 los muertos en las protestas desde su inicio, mientras que el Gobierno los cifra en 31.
Analistas refieren que las manifestaciones actuales son las más sostenidas contra Al Bashir desde su llegada al poder en 1989.
El mandatario declaró la víspera que 2019 será el año de la paz en el país y del silencio ‘permanente’ de las armas.
Reiteró, citado por medios de prensa locales, el interés de su Gobierno hacia los jóvenes, principales líderes de las protestas antigubernamentales y añadió que son el futuro de Sudán.
Source: PL