La visita del presidente iraní a Iraq en el contexto actual de Oriente Medio es de gran importancia y envía un mensaje a EEUU y otros países de la región.
El presidente iraní, Hassan Rohani, se encuentra en Bagdad en un viaje para fortalecer los lazos estratégicos a pesar de los esfuerzos de EEUU para mantener a los dos vecinos separados y limitar la influencia de Irán en la región.
Rohani se reunió con su homólogo iraquí, Barham Saleh, y con el primer ministro de Iraq, Adel Abdul Mahdi, poco después de su llegada el lunes 11 de marzo. Él mantuvo con ellos importantes conversaciones que describió como “muy buenas”.
El primer resultado de la visita es la firma de cinco memorandos de entendimiento para la expansión de la cooperación bilateral en los terrenos económico, industrial y sanitario.
Ambos países también han decidido establecer una línea ferroviaria entre la ciudad iraní de Shalancheh y la ciudad iraquí de Basora y la facilitación de los visados para empresarios e inversores de los dos países, que pronto serán gratuitos.
Los documentos fueron firmados el lunes por altos responsables de los dos países en presencia del presidente iraní, Hassan Rohani, y el primer ministro iraquí, Adel Abdul Mahdi.
Irán es el primer socio comercial de Iraq y ambos países buscan elevar su volumen de comercio a 20.000 millones de dólares anuales.
Según el diario qatarí Al Arabi Al Yadid, editado en Londres, esta visita podría ser además una oportunidad para abrir nuevos consulados iraníes en algunas provincias iraquíes.
Un viaje que marca la derrota de la política estadounidense
El viaje, considerado como “histórico” por el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohammad Yavad Zarif, fue descrito por los expertos como la respuesta de Irán al viaje clandestino del presidente de EEUU, Donald Trump, a Iraq en diciembre pasado.
Trump viajó a Iraq con motivo del Año Nuevo y pasó la mayor parte de su breve visita explicando cómo quería mantener a las tropas estadounidenses en este país árabe para “monitorear” a Irán con el que Iraq comparte una larga frontera de 1.400 kilómetros.
La visita inesperada y las declaraciones de Trump provocaron duras críticas de responsables iraquíes y líderes regionales, incluido el presidente Rohani, quien dijo que dicha visita secreta violaba la soberanía iraquí.
A diferencia de Trump, cuyo avión tuvo que aterrizar en una base militar en la oscuridad de la noche sin que ningún funcionario iraquí lo recibiera, Rohani aterrizó en Bagdad a plena luz del día y fue recibido por altos responsables del país.
En respuesta a la visita secreta de Trump, Rohani afirmó que volar a Iraq en la oscuridad significaba una “derrota” para EEUU en ese país.
Antes de su partida, el presidente iraní dijo a los reporteros en Teherán que las relaciones entre Irán e Iraq no se parecen en nada a las relaciones entre Bagdad y las fuerzas de ocupación estadounidenses.
“EEUU es despreciado en la región. Las bombas que lanzaron sobre los iraquíes, sirios y otros pueblos no se olvidan y, al mismo tiempo, siempre mostraremos la fraternidad iraní hacia los países de la región”, dijo.
Este viaje se produce poco después de la derrota del grupo terrorista Daesh en Siria e Iraq, un éxito imposible de lograr sin el papel crucial desempeñado por Irán en la prestación de asistencia a ambos gobiernos.
Irán e Iraq tienen relaciones “estratégicas” que no pueden ser debilitadas por ningún tercer país, dijo Zarif en Bagdad el domingo, señalando que los jóvenes de ambos países lucharon codo con codo contra Daesh.
“Vemos este viaje como un nuevo comienzo en nuestras relaciones con Iraq”, dijo Zarif, describiendo a Irán e Iraq como el corazón de la región. “Sin Irán e Iraq, la región no será ni segura ni estable”, agregó.
Rohani señaló la semana pasada que sin el apoyo de Irán, “Bagdad y la región del Kurdistán definitivamente habrían caído y el Daesh habría dominado la región”.
Iraq contra las sanciones estadounidenses
“Permítanme decirle que Iraq no será parte del régimen de sanciones unilaterales de EEUU contra Irán. No hay duda de que estas sanciones nos afectarán, pero ciertamente no seremos parte de ellas”, dijo el presidente Saleh.
“Iraq insiste en que los intereses de nuestro amigo y país vecino deben ser respetados. Haremos nuestro mejor esfuerzo para reducir la tensión en este sentido y el daño causado a la nación iraní”, agregó Saleh.
Rohani también visitó los lugares sagrados shiíes de Iraq y se encontró con el gran clérigo shií iraquí, el Ayatolá Ali al Sistani, eminente fuente de imitación religiosa en Iraq.
Dos tercios de los iraquíes son shiíes al igual que más del 95% de los iraníes. Este fuerte vínculo religioso es un factor fundamental de unión entre los dos países.
Source: Agencias