Cuando faltan solamente cuatro días para las elecciones israelíes del 9 de abril, un nuevo escándalo agobia al primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Las declaraciones de Netanyahu al órgano que regula posibles conflictos de interés, la Oficina del Supervisor, suscitaron la sospecha de que el primer ministro pudo cometer delitos penales al realizar declaraciones financieras falsas.
La noticia saltó a la luz el jueves 4 por la noche en el Canal 12 de la televisión hebrea, y el viernes 5 era portada en todos los periódicos del país.
Los últimos sondeos realizados unas horas antes de conocerse las nuevas sospechas de corrupción indican que el bloque de la derecha liderado por Netanyahu obtendrá una clara victoria en los comicios del martes.
El Canal 12 reveló que el actual supervisor, Joseph Shapira, llevó a cabo un examen global de las declaraciones de Netanyahu al comité de permisos desde hace una década.
El comité de permisos autoriza o prohíbe a los ministros emprender actividades que puedan causar un conflicto de intereses.
Recientemente, el comité de permisos prohibió a Netanyahu recibir una ayuda de 300.000 dólares de parte de su primo Nathan Milikowsky para financiar los gastos de su defensa ante las acusaciones de corrupción.
El supervisor Joseph Shapira, que ve indicios de delito en la actuación de Netanyahu, elevó un informe al procurador Avichai Mandelblit, que ahora tendrá que examinar el material y decidir si se procesa a Netanyahu.
Netanyahu está inmerso en otros casos de presunta corrupción.
El líder de la oposición, Benny Gantz, de Azul y Blanco, dijo esta semana que si Netanyahu gana las elecciones, no podrá aguantar en el gobierno más de ocho meses puesto que enseguida le imputarán por corrupción.
Source: Sputnik