Hace algunos días un soldado estadounidense fue abatido en el norte de Iraq.
“Un militar estadounidense fue muerto durante una misión en la provincia de Nínive en Iraq”, afirmó un comunicado de la Operación Inherent Resolve de la coalición liderada por EEUU. Al día siguiente, el portavoz de las Fuerzas de Movilización Popular reiteró la demanda de que las tropas estadounidenses se fueran de Iraq.
En Al Anbar, los norteamericanos mantienen una extrema prudencia. A pesar de las informaciones que se suceden sobre la extensión de las bases estadounidenses, ellos continúan siendo muy discretos sobre todo frente al Hashid al Shaabi, que cuenta con cientos de miles de combatientes. Incluso las patrullas norteamericanas resultan ser estériles y humillantes porque los Hashid al Shaabi las hacen a menudo retroceder.
Por su parte, Ali al Hosseini, portavoz del Hashid al Shaabi, dijo a la agencia de prensa iraquí Al Maalomah que la actuación de los estadounidenses en Hawiya y en otras regiones del norte de Iraq eran completamente injustificadas y que las fuerzas de seguridad iraquíes y los combatientes del Hashid al Shaabi podían por sí solos rechazar los posibles ataques del grupo terrorista Daesh en esas regiones.
El portavoz del Hashid al Shaabi ha pedido a Bagdad que decrete la expulsión de las fuerzas estadounidenses porque “estas últimas ponen claramente palos en las ruedas de las fuerzas iraquíes si ellas tratan de avanzar en las mismas zonas para limpiarlas de los restos del Daesh”. Pese a ello, la milicia iraquí ha procedido a una operación sistemática de limpieza en varias provincias iraquíes, incluyendo en el eje de Hawiya, y logró eliminar a 16 miembros del Daesh, incluyendo cuatro comandantes.
Defensa de la frontera
El consejero de seguridad nacional de Iraq y líder del Hashid al Shaabi, Faleh al Fayyad, ha anunciado un plan destinado a asegurar la seguridad de las fronteras entre Iraq y Siria y la ruta Irán-Iraq-Siria, pese a los intentos de EEUU de socavar esta gran iniciativa, especialmente en Iraq, adonde ellos evacúan convoyes desde la Siria vecina.
Uno de los altos comandantes del Hashid al Shaabi, Hashim al Musawi, ha señalado que el despliegue de militares norteamericanos cerca de la frontera sirio-iraquí “tiene por objetivo restringir el papel jugado por el Hashid al Shaabi en la lucha contra el terrorismo” e intentar sabotear el inicio del tránsito fronterizo. En efecto, los norteamericanos buscan recoger datos sobre las fuerzas y bases de la milicia iraquí.
Fuentes del Hashid al Shaabi ha afirmado que las tropas norteamericanas proyectan atacar y tomar el control del punto de paso fronterizo de Albu Kamal, adyacente a la ciudad iraquí de Al Qaim y que une Siria e Iraq. Con tal objetivo, ellos buscan, sobre todo, utilizar terroristas de la base de Al Tanf, los restos del Daesh o militantes de las Fuerzas Democráticas Sirias, integradas principalmente por kurdos sirios. Con el fin de confrontar estos planes, el Hashid al Shaabi y el Ejército sirio han ampliado sus operaciones dirigidas a asegurar y reforzar este territorio en ambos lados de la frontera. Tanto Iraq como Siria están determinados a llevar a cabo la reapertura de esta y otras rutas, que poseen un significado muy importante para ambos países.
La población de la provincia iraquí de Al Anbar tampoco acepta la presencia estadounidense y confía en el Hashid al Shaabi para asegurar su protección. Los militares norteamericanos han intentado dirigir una campaña basada en el confesionalismo para poner a la población, de mayoría sunní, de la provincia en contra del Hashid Shaabi, integrada principalmente por shiíes. En este sentido, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Robert Palladino, llegó a decir que el Hashid Shaabi era una fuerza sectaria y debía ser disuelta. Sin embargo, estos intentos han fracasado y las tribus sunníes desean que la milicia iraquí continúa presente en la provincia para impedir un resurgimiento del Daesh.
De este modo, el Hashid al Shaabi no tiene ninguna intención de irse. Por el contrario, ellos esperan ahora reforzar su capacidad con un lote de tanques T-90 que llegará próximamente de Rusia para las Fuerzas Armadas iraquíes, incluyendo el Hashid al Shaabi. El experto militar ruso Viktor Murajovski explica que, dado que Iraq y Siria están formados por zonas desérticas y semidesérticas y poseen una gran variedad de espacios abiertos, este tipo de tanque se adapta perfectamente a ellos. El T-90 está equipado con misiles guiados de alta precisión con un alcance máximo de cinco kilómetros. Las fuerzas armadas iraquíes ahora tienen una gran cantidad de tanques T-90 listos para el combate en su arsenal. Y los Hashid al Shaabi planean usarlos en batallas no solo contra los terroristas, sino contra los propios estadounidenses o grupos a su servicio si fuera necesario.
Las tensiones han crecido también debido al proyecto norteamericano de colocar en la lista negra a los Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, que han mantenido una cooperación estrecha con el Hashid al Shaabi y algunos de sus componentes como el movimiento Al Nuyaba, colocado también recientemente en la lista negra estadounidense. “Las tropas estadounidenses deben retirarse de Iraq. El gobierno, la nación, los parlamentarios y los partidos políticos piden en bloque la salida de los estadounidenses”, señaló Al Nuyaba.
Source: Diversas