Empresas y oficinas en esta capital sudanesa paralizaron el lunes de nuevo sus labores en respuesta a un llamado de desobediencia civil de grupos de protesta que reclaman los militares transfieran el poder a un gobierno civil transitorio.
El paro laboral, iniciado la víspera, tiene como objetivo forzar al Consejo Militar de Transición (CMT) a que ponga fin al gobierno de los uniformados, indicó en un comunicado la Asociación de Profesionales Sudaneses (APS), que organiza manifestaciones.
Esa organización, que junto a otros grupos de protesta integra las llamadas Fuerzas para la Libertad y el Cambio (FLC), señaló que el movimiento de desobediencia civil condena también la represión desatada la semana pasada por militares en Jartum, que dejó saldo de más de un centenar de muertos y decenas de heridos.
Sin embargo, el CMT indicó en un comunicado que la cifra de occisos en medio de operativos militares en áreas de campamentos de los asentados, frente a un cuartel militar asciende, a 61 occisos.
Ciudadanos de Jartum declararon a medios televisivos que pese a que el CMT intenta dar una imagen de que la vida transcurre con normalidad en esta capital, las calles permanecen desiertas y los establecimientos cerrados.
Tal situación demuestra que las gentes no quieren a este gobierno militar, opinaron varios entrevistados.
En medio del aumento de la violencia contra manifestantes en Sudán, recientemente la Unión Africana comunicó la decisión de suspender a este país de ese organismo hasta que se instaure una autoridad de transición controlada por civiles.
También, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, condenó de forma enérgica el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes sudaneses.
Sudán vive sumido hoy en un crispado clima de tensiones, acrecentadas tras protestas sociales por mejoras económicas y sociales a partir de diciembre último, y la dimisión el 11 de abril pasado del entonces gobernante, Omar Hassan Al-Bashir.
Source: Agencias