Turquía tomará represalias si EEUU impone sanciones a Ankara por su decisión de adquirir los sistemas de defensa aérea S-400 de Rusia, dijo el viernes el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Mevlut Cavusoglu.
“Un país no puede dar instrucciones a otro sobre cómo actuar. EEUU debería abandonar este comportamiento. Todo el mundo está preocupado por esto. ¿Hasta dónde puede llegar? Si EEUU toma medidas contra nosotros, nos veremos obligados a tomar medidas recíprocas”, dijo en una entrevista con el canal NTV.
Las declaraciones de Cavusoglu se producen poco después de que el portavoz de la presidencia turca, Ibrahim Kalin, criticara una carta del secretario de Defensa interino de EEUU, Patrick Shanahan, al ministro de defensa turco que, según informes, contiene la amenaza de eliminar a Ankara del programa de entrenamiento de pilotos del F-35 por el acuerdo S-400. De hecho, los pilotos turcos presentes en una base estadounidense en Arizona para pilotar dicho avión han sido ya objeto de una prohibición para hacerlo.
La parte turca se ha negado sistemáticamente a ceder ante las amenazas estadounidenses por el acuerdo de adquisición del S-400, insistiendo en que la compra de estas armas es su asunto soberano, y el propio presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha descartado la posibilidad de abandonar los planes para completar la adquisición.
Las tensiones entre Turquía y EEUU han alcanzado un punto álgido en los últimos meses por la decisión de Ankara de seguir adelante con la compra de sistemas de defensa aérea construidos por Rusia, que, según Washington, arriesgarán la permanencia de Turquía en el programa de aviones de combate F-35 y podrían dar lugar a sanciones.
A fines de mayo, el portavoz del Departamento de Estado de EEUU, Morgan Ortagus, dijo en un comunicado que la adquisición por parte de Turquía del S-400 de Rusia tendría “consecuencias muy reales y muy negativas”.
Washington, en multitud de ocasiones, ha afirmado que los S-400 son incompatibles con el equipo militar de la OTAN y alegó que los sistemas de defensa antiaérea rusos representan una amenaza para los aviones de combate F-35.
Ankara, a su vez, hizo hincapié en que los S-400 no estaban conectados a la seguridad de la OTAN, EEUU o el F-35 de ninguna manera, y que la decisión de adquirirlos “no se dirige a un tercer país”.
Como Turquía se ha negado sistemáticamente a abandonar el acuerdo, Washington ha amenazado con suspender la venta de los cazabombarderos furtivos a Ankara, o incluso aprobar sanciones contra Turquía.
Rusia y Turquía firmaron un acuerdo de préstamo de 2.500 millones de dólares para el envío de un total de cuatro baterías de sistemas S-400 en diciembre de 2017. La primera entrega está programada para julio de 2019 y se realizará según lo programado, según funcionarios turcos.
Source: Agencias