“El 6 de junio, terroristas que operan en Siria lanzaron un ataque con misiles contra un hospital en la localidad de Mharda, en el noroeste de Siria; condenamos enérgicamente este crimen de guerra, estamos convencidos de que los culpables deben tener un castigo merecido”, dice la nota.

Según la Cancillería, resultaron gravemente dañados la fachada y el interior del edificio.

La Organización Mundial de la Salud trata de aclarar las circunstancias del ataque, añade el comunicado.