El gobierno de Austria amenazó el miércoles (12 de junio) con cerrar un centro religioso financiado por Arabia Saudí en caso de que el régimen saudí ejecute a un joven de 18 años saudí por participar en protestas cuando tenía 11 años.
El Centro del Rey Abdulá Ben Abdel Aziz para el diálogo entre las religiones y las culturas, que se inauguró en 2012, se ha convertido en el blanco de fuertes críticas de varios actores en Austria, debido al pésimo historial de Arabia Saudí en materia de derechos humanos.
El Parlamento es uno de ellos. El Parlamento ha pedido al Gobierno que se retire del tratado que permitió la construcción del centro en la capital, Viena.
“Es necesario recurrir a todos los medios políticos y diplomáticos disponibles para evitar la ejecución de Murtaja Qureiris”, que ahora tiene 18 años, señaló el Parlamento.
El niño saudí en cuestión fue acusado de ser parte del movimiento de protesta en la región de Al Qatif en el sur de Arabia durante la Primavera Árabe. Fue arrestado en el aeropuerto en 2014 mientras se despedía de su padre que partía de viaje.
Según el director de la Organización Euro-Saudita de Derechos Humanos, Riad incluso quiere crucificarlo por participar en una manifestación cuando aún tenía 11 años.
“Las autoridades no han proporcionado ninguna evidencia material sobre los cargos contra él”, dijo Ali al Dobeissi, según el cual Murtaja sufrió todo tipo de torturas durante su encarcelamiento.
El régimen saudí ha aprobado una legislación que considera como “terrorismo” y castiga con la pena de muerte cualquier protesta o manifestación política en favor de la democracia o un cambio político. Arabia Saudí es una monarquía absolutista que no cuenta con parlamento ni constitución.
Source: Agencias