La hermana del príncipe heredero Mohammed bin Salman, sospechosa de haber ordenado a su guardaespaldas golpear a un trabajador que estaba trabajando en su apartamento de París en 2016, será juzgada el martes en el Tribunal Penal de París.
Hassa bint Salman, hermana del hombre fuerte de Riad, apodado “MBS”, se vio afectada en diciembre de 2017 por una orden de arresto, especialmente por “complicidad en un acto de violencia voluntaria”.
Probablemente será juzgada en rebeldía, representada por su abogado francés.
En septiembre de 2016, un fontanero fue a trabajar en el apartamento de la princesa, en la Avenida Foch. Según su historia, él tomó una foto de la habitación en la que se suponía que estaba trabajando y ella lo acusó de hacer instantáneas robadas para vender a los medios de comunicación.
Encolerizada, Hassa bint Salman ordenó entonces, según las palabras del trabajador, entrevistado por el semanario Le Point, a su guardaespaldas que lo golpeara.
El fontanero afirma haber sido golpeado, particularmente en la cara, y humillado.
El guardaespaldas supuestamente le robó su móvil, le ató las manos manos atadas y le ordenó arrodillarse para besar los pies de la princesa. Él dijo que solo le permitieron salir del apartamento después de varias horas. Esta versión es negada por el abogado de la princesa.
El guardaespaldas ha sido acusado de “robo”, “violencia intencional con el uso o amenaza de un arma” y “secuestro”.
La princesa será juzgada por “robo” de un teléfono móvil, “complicidad en la violencia intencional con el uso o amenaza de un arma” y “complicidad en el secuestro”.
Esta no es la primera vez que la familia real saudí comparece ante el sistema de justicia francés. En marzo de 2013, este último ordenó la confiscación provisional de bienes adquiridos en Francia por Maha al Sudairi, la esposa divorciada del ex príncipe heredero Nayef ben Abdelaziz Al Saud (quien falleció en junio de 2012), debido a facturas impagadas.
El incidente ocurrió durante la estancia de princesa Maha al Sudairi en París entre el 22 de diciembre de 2011 y el 17 de junio de 2012. Ella intentó presuntamente abandonar el lujoso hotel Shangri-La Paris con el séquito de su familia, sesenta personas, dejando una factura impagada de casi 6 millones de euros.
Source: Agencias