Un programa del canal qatarí Al Yazira ha hecho revelaciones sensacionales sobre las infames maniobras implementadas por el rey bahreiní Hamad bin Issa Al Jalifah para perpetuar su poder y abortar el movimiento de protesta popular pacífico pro-democracia que se inicio en 2011 en el reino.
En el programa de televisión “Lo peor todavía está oculto”, el periodista Tamer al Meshal basó sus hallazgos en grabaciones de vídeo secretas que revelan abiertamente cómo los servicios de seguridad nacional de Bahrein reclutaron a elementos de Al Qaida para asesinar a opositores de Bahrein.
Sobre la base de sólidos testimonios, también revela cómo las autoridades de Bahrein crearon pequeños grupos a los que se les encomendó la tarea de sembrar la discordia entre los shiíes y los sunníes en este país donde la dinastía de los Al Jalifa ha gobernado de forma absolutista durante más de dos siglos.
Misión de Al Qaida: matar a los opositores shiíes
Según Al Yazira, los revelaciones en cuestión ,que datan de 2011, fueron proporcionadas por los dos elementos de Al Qaida que fueron reclutados por Manamá para llevar a cabo asesinatos en las filas de la oposición vinculada a la mayoría shií. Estas son las dos figuras más emblemáticas de Al Qaida en Bahrein, a saber, Mohammad Saleh y Hisham Hilal al Ballushi.
Ellos grabaron sus reuniones con miembros de la Seguridad Nacional de Bahrein por la sencilla razón de que no confiaban en ellos.
Saleh dijo: “Me pidieron que visitara la sede de la Seguridad Nacional en julio de 2011. Les dije que no confiaba en ellos y sugerí que la reunión se celebrara en mi casa. Entonces, dos oficiales de la Seguridad Nacional vinieron a mi casa y me dieron instrucciones del mismo Rey de Bahrein, diciéndome que nos estaba pidiendo a los muyahidin de la organización de Al Qaida que frenáramos el impulso de la oposición bahreiní”.
El miembro de Al Qaida dijo que luego tres oficiales de la seguridad se acercaron a él para decirle que existía un “peligro para los sunníes” en Bahrein. Reiteraron la demanda del rey de asesinatos de opositores y dijeron que el primer objetivo debería ser Abdel Wahhab Hussein, que exigía una monarquía constitucional. Prometieron proporcionarle un plan de liquidación con las direcciones de los destinatarios, sus movimientos y localización, y también le pidieron que se pusiera en contacto con los líderes de Al Qaida en Arabia Saudí para obtener armas.
Sin embargo, Saleh continúa, las autoridades saudíes lo arrestaron en el Puente del Rey Fahd, por haber contactado con Al Qaida en Arabia y lo encarcelaron, pero el Rey Hamad intervino en persona ante Riad para obtener su liberación.
Armas que nunca existieron
Además, el programa de Al Yazira recogió el testimonio del oficial Yasser al Yalahimat, a quien el gobierno de Bahrein había ordenado comandar la fuerza cuya misión era desmantelar la sentada que se estaba llevando a cabo en la Plaza de la Perla, en la capital Manamá, desde marzo de 2011.
Yalahimat admitió que nunca había encontrado armas en este lugar mientras que la televisión pública de Bahrein dijo lo contrario al mostrar unas supuestas armas. Estas habían sido colocadas allí previamente por elementos de la seguridad de Bahrein.
En el programa “Lo peor está oculto”, se recogió también el testimonio de un ex oficial de inteligencia estadounidense, John Kiriakou. “El gobierno de Bahrein se tomó a la ligera las demandas de la población y apostó por que los sunníes se enfrentaran a los shiíes, pero no funcionó”, dijo.
Y Kiriakou continuó: “Encontramos en la agenda del denominado Abu Zubaida (miembro de Al Qaida) los nombres de tres personalidades de la familia real en Arabia Saudí. Y cuando contactamos con los responsables en Riad, dichas personas desaparecieron y fueron halladas muertas en el desierto”.
Grupúsculos paralelos
Además, y sobre la base de las revelaciones hechas por Salah Bandar, el ex asesor de la corte de Bahrein, la investigación de Al Yazira también reveló cómo las autoridades de Manamá trataron de acusar a la oposición de terrorismo.
“El régimen financió a pequeños grupos violentos y usó a los servicios de seguridad del Estado para sembrar la discordia dentro de la arena política y para alentar a la comunidad sunní contra los opositores shiíes”, dijo Bandar.
Según él, se creó un aparato clandestino para crear organizaciones paralelas a las organizaciones de la sociedad civil y desarrollar un plan estructural para separar a los shiíes de los sunníes por completo.
El ex asesor bahreiní pudo filtrar estos informes gracias a su nacionalidad británica, dijo Al Yazira.
Source: Agencias