El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, ha buscado rebajar las críticas internacionales contra el Reino Unido por la venta de armas al régimen de Arabia Saudí, culpable de la muerte de miles de civiles en Yemen por ataques aéreos, e insistió en que el Reino Unido continúa apoyando a Arabia Saudí y su campaña de bombardeos en Yemen.
El Reino Unido es el segundo mayor suministrador de armas a Arabia Saudí. Los misiles británicos Brimstone y Typhoon han sido utilizados en la guerra de Yemen por el régimen saudí.
Sorprendentemente, Johnson afirmó en una entrevista con la BBC que no cree que Arabia Saudí haya “cruzado el límite” de la comisión de crímenes de guerra, a pesar de que las organizaciones internacionales pro-derechos humanos han sido unánimes en sostener una opinión contraria y han denunciado que el régimen saudí ha atacado deliberadamente a civiles en Yemen.
“Hasta ahora no creo que haya un riesgo de violación de la ley humanitaria en lo que se refiere al uso de esas armas”, señaló Johnson.
Un panel de la ONU señaló en enero que 119 ataques aéreos llevados a cabo por la coalición saudí en Yemen violaban potencialmente la legislación internacional sobre derechos humanos.
Por su parte, The New York Times afirmó que “en lugar de derrotar a los rebeldes, la campaña saudí ha caído en un punto muerto” y señaló que los saudíes habían atacado sistemáticamente objetivos civiles.
Los aviones saudíes “han atacado hospitales y escuelas. Han destruido puentes, estaciones, granjas, fábricas de alimentos y un puerto de mar”, señala el Times. También han bombardeado una ceremonia de funeral (matando a más de 150 personas e hiriendo a varios centenares más) y bodas.
Los bombardeos han venido a sumarse a un bloqueo marítimo y ambos han provocado una crisis humanitaria sin precedentes en Yemen debido a la falta de alimentos y medicinas, que afectan a una gran parte de la población infantil.
“Esta amplia destrucción de las infraestructuras civiles ha llevado a muchos analistas y trabajadores humanitarios a concluir que los ataques a la economía yemení forman parte de la estrategia de la coalición”, señala el Times. “La dimensión económica de esta guerra se ha convertido en una táctica”, dijo Jamie McGoldrick, coordinador de la ayuda humanitaria de la ONU para Yemen, al diario nortamericano.
Al mismo tiempo, Johnson buscó también quitar importancia a la implicación directa británica en la guerra insistindo en que las fuerzas británicas estaban proporcionandno sólo una “guía general” a los saudíes, pero no estaban implicadas en la selección de los objetivos saudíes.
Esta postura es similar a la de EEUU, que ha estado intentando disculpar los crímenes de guerra saudíes en Yemen y continúa vendiendo grandes cantidades de armas al régimen saudí mientras espera zafarse de cualquier demanda legal por su responsabilidad en tales crímenes.
Source: Diversos