El Ejército saudí no pudo proteger sus activos más preciados, las instalaciones petrolíferas, de un ataque con drones y misiles de crucero, lo que ha causado una espiral en los precios del crudo, según un informe del New York Times.
“Durante el último medio siglo, EEUU ha entrenado y suministrado armas y equipos militares al ejército saudí, vendiendo al reino más de 150.000 millones de dólares de deslumbrantes armas de alta tecnología, incluidos aviones de combate y sistemas de defensa antiaérea”.
“Y, sin embargo, el reino no pudo proteger un activo nacional más preciado – sus instalaciones petroleras – de un ataque reciente de drones y misiles de crucero de vuelo bajo, que causó el mayor aumento en los precios del crudo en un solo día. Las armas avanzadas que EEUU vendió a los saudíes incluyen el sistema de defensa antiaérea Patriot”.
“Los militares saudíes tampoco han logrado derrotar al movimiento Ansarulá en Yemen, a pesar de una campaña de bombardeo liderada por Arabia Saudí durante cuatro años que ha dejado un balance de más de 8.500 civiles muertos y más de 9.600 heridos, según los organismos internacionales”.
“Incluso con la inteligencia estadounidense, que proporciona lo último en vigilancia, el ejército saudí a menudo no ha podido actuar de manera efectiva, lo que refuerza la opinión entre los funcionarios de seguridad nacional y los activistas humanitarios de que, a pesar de todo el hardware brillante y costoso, Arabia Saudí es incapaz de defenderse todo su territorio o llevar a cabo de forma competente y humana una guerra en el extranjero”.
“Los ataques a la planta de procesamiento de petróleo de Abqaiq y al campo petrolero de Jurais pusieron en relieve que es imposible proteger por completo los objetivos fijos, como los campos petroleros, de todos los ataques aéreos realizados en un área grande. Además, Arabia Saudí tiene responsables múltiples y a menudo competidores en el sector de la defensa antiaérea, lo que significa que ha existido poca o ninguna coordinación dentro del sector de la defensa saudí”.
“Los expertos en armas dicen que es difícil, en cualquier caso, detener los drones y misiles de crucero de vuelo bajo”, señala el periódico, que se refiere también a la profunda implicación de los militares estadounidenses en lo que respecta a la ayuda de inteligencia a los saudíes y el señalamiento de blancos para su fuerza aérea en la guerra de Yemen.
Source: New York Times