El Corredor Norte-Sur, cuyas dos alas este-oeste se extienden desde Kazajistán hasta Bulgaria, va a convertirse pronto en una de las principales arterias del comercio internacional.
Unir la ciudad india de Mumbai, en el sur, y San Petersburgo, en el norte, será posible gracias al Corredor Norte-Sur, que en los próximos años será la ruta comercial más grande que cruzará Asia.
En cuanto al sur de Irán, este mismo corredor unirá los puertos de Chabahar y Bandar Abbas para el transporte de mercancías por rutas terrestres hacia el norte de Irán, concretamente Astara, donde hay una línea de ferrocarril que discurre hacia Azerbaiyán. Además, una ruta marítima conecta los dos puertos iraní y ruso de Anzali y Asterjan en el Mar Caspio.
Este enlace es mucho más barato que conectar el norte y el sur de Asia bordeando la Península Arábiga y usando luego el Canal de Suez.
India, por ejemplo, enfrenta dos obstáculos grandes geográficos y políticos. Las cadenas montañosas del Himalaya que separan a India de China y se extienden por Afganistán impiden el intercambio rápido y seguro de bienes. Pero el segundo obstáculo representa un impedimento aún mayor para la India. El desarrollo de una ruta de transporte de carga hacia el norte requiere un paso inevitable a través de China o de Pakistán. Mientras que el primero es el rival estratégico de la India, el segundo es su rival histórico con el que los datos bilaterales se han estado deteriorando debido al conflicto de Cachemira.
Las disputas entre China e India no se limitan a los problemas fronterizos en el Tíbet. En los últimos años, India ha contado con el apoyo de EEUU, que intenta utilizar al país asiático para contrarrestar el ascenso de China. Esta interferencia ha exacerbado las diferencias entre Pekín y Nueva Delhi y llevado a China a apoyar a Pakistán.
India, por su parte, está invirtiendo en el puerto de Chabahar, que es el puerto iraní más cercano al puerto pakistaní de Gwadar, para que parezca que no necesita el territorio pakistaní o enlaces ferroviarios chinos para conectarse con el norte de Asia y Europa.
Irán, Turquía, Omán, Armenia, Siria, Bielorrusia, Bulgaria, Georgia, Tayikistán y Kazajistán son partes ahora en el proyecto. Los miembros del Corredor Norte-Sur ahora son significativamente más numerosos y, por lo tanto, las dos alas este-oeste de esta ruta estratégica se han completado para formar casi dos secciones transversales que tienen su centro en Irán.
En la séptima cumbre celebrada en marzo pasado en Teherán paralelamente a la octava reunión de expertos del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur (INSTC), representantes de los 14 países trataron de identificar formas de aumentar la cooperación y el volumen de productos exportados con el fin de reforzar el atractivo económico del corredor, así como su competitividad frente a otras rutas.
El gobierno iraní inauguró el ferrocarril Qazvin-Rasht el año pasado. Queda por realizar el proyecto de construcción de la ruta Rasht-Astara en la que Azerbaiyán acordó invertir 500 millones de dólares.
La capacidad del proyecto para generar empleos y fortalecer la convergencia estratégica entre los países miembros está bien establecida. Pero la implementación requiere una gestión y coordinación cuidadosas de todas las partes.
Source: Press TV