En ese sentido, Ghanem explicó los planes y acciones del ministerio y los esfuerzos para asegurar los derivados del petróleo a pesar del bloqueo y las medidas económicas coercitivas unilaterales impuestas por Estados Unidos y sus aliados occidentales al pueblo sirio.

Actualmente, indicó, 44 pozos de gas fueron reparados y están en fase de producción previéndose la apertura de otros cuatro en lo que resta del presente año y añadió que las pérdidas en el sector por la guerra terrorista impuesta ascendieron a 81 mil millones de dólares.

Asimismo, informó que alrededor de tres millones de familias sirias recibieron tarjetas magnéticas para beneficiarse del subsidio gubernamental a los hidrocarburos.

Hasta el 2011, cuando se acrecentó la agresión a esta nación del Levante, la producción diaria de petróleo llegaba a los 387 mil barriles y el país era un importante centro de comercio de hidrocarburos, con más de 40 yacimientos sobre todo en las provincias de Homs, Raqqa y Deir Ezzor.

Con dos refinerías en Homs y Banias, en plena producción, Siria tiene también vitales resevas de gas, en particular en las zonas del mediterráneo oriental, frente a las costas de las provincias de Tartus y Latakia y aún no totalmente exploradas.