Lo que está sucediendo en Iraq después de la invasión 2003 es absolutamente inaudito: el primer ministro iraquí ha anunciado oficialmente que los soldados estadounidenses, evacuados del noreste de Siria, no pueden quedarse en Iraq y deberían estar allí solo de paso. El primer ministro, Adel Abdul Mahdi, reiteró que Bagdad nunca ha dado el visto bueno al despliegue de las fuerzas de la “coalición internacional” al oeste de su territorio y específicamente en la provincia occidental de Al Anbar. Él debió haber sido muy claro al respecto durante sus conversaciones con Mike Esper, el secretario de Defensa de EEUU, que visitó el miércoles en Bagdad, ya que este último dijo, antes de abandonar el país, que los soldados estadounidenses se irán dentro de cuatro semanas de Iraq para regresar a EEUU”.
Para el Estado iraquí, esta entrada de tropas procedente de Siria es un caso que va más allá del pacto militar firmado en 2010 con Washington, un caso que Bagdad no autorizó y que, por lo tanto, simplemente supone una ocupación militar ilegal. Pero el miércoles en Bagdad, Esper tuvo que escuchar también al ministro de Asuntos Exteriores iraquí agradecer a Rusia por “su ayuda a Iraq” durante la guerra antiterrorista. “Rusia ha sido muy flexible con respecto a Iraq”, dijo el ministro en relación a la creciente cooperación militar entre Rusia e Iraq. En presencia de Esper, el Estado iraquí pidió oficialmente a la “comunidad internacional” que, en este caso particular, China y Rusia actúen contra “la nueva invasión de Iraq por parte de EEUU”.
Según Al Sumariya, el Estado iraquí incluso ha enviado emisarios a Moscú y Pekín para explicar la posición oficial del gobierno iraquí sobre este tema tan delicado. Cabe señalar que el primer ministro iraquí firmó en septiembre durante una visita oficial a China contratos por valor de casi mil millones de dólares y esto a expensas de las empresas de EEUU.
Esta actitud marca un cambio radical en la política del Estado iraquí hacia EEUU. Y el Parlamento iraquí sigue fervientemente el debate sobre una revisión del pacto militar firmado con Washington.
¿La primera reacción de EEUU a este terremoto geopolítico que podría conducir a una retirada total de las tropas estadounidenses de Iraq? Reiniciar acciones desestabilizadoras contra el Estado iraquí. Según las fuentes, la Embajada de EEUU se puso en alerta máxima en el período previo a las “protestas anunciadas el viernes en Bagdad y otras provincias del sur”, protestas que espera ver transformarse en un movimiento contra el régimen.
Sin embargo, el Pentágono ha dicho que las fuerzas estadounidenses “en tránsito” entre Siria e Iraq no permanecerán mucho tiempo en Iraq y regresarán a EEUU, incluso si la Embajada de estadounidense funda sus esperanzas en gran medida en las protestas.
Source: Press TV