El embajador ruso en el Líbano, Alexander Zasipkin, atribuyó la crisis monetaria del Líbano a un plan estadounidense para llevar al Líbano al caos, con el objetivo de golpear a Hezbolá y los opositores estadounidenses en la región.
La crisis comenzó con una escasez de dólares que afectó el tipo de cambio de la libra libanesa. Continuó con manifestaciones que estallaron en muchas partes del Líbano para protestar contra una clase política corrupta e incompetente y finalmente terminó con la renuncia del primer ministro, Saad Hariri.
Según Zasipkin, a Washington no le importa la estabilidad del Líbano, la primera cláusula del Grupo de Apoyo Internacional al Líbano, compuesto por embajadores de los cinco estados miembros del Consejo de Seguridad.
“Su plan es empujar al país hacia el colapso y una ebullición popular. Ellos (EEUU) amenazan la estabilidad del Líbano en su guerra contra los opositores a EEUU”, agregó en una entrevista con el periódico libanés Al Akhbar.
Sin embargo, el embajador cree que los estadounidenses temen que Hezbolá se beneficie del colapso económico y del Estado libanés.
“No creo que vayan tan lejos. Trabajarán para mantener al país bajo presión y en crisis y arreglarlo al borde del precipicio”, dijo.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia también se refirió a la “injerencia extranjera en los asuntos libaneses” al hablar sobre los recientes acontecimientos en el Líbano, diciendo que “esta no debería permitirse”.
Según el sitio web de noticias libanés Al Nashra, Mijail Bogdanov hizo los comentarios durante una reunión el viernes 8 de noviembre con el embajador del Líbano en Moscú, Shauki Bu Nassar.
Aseguró que la posición de Rusia con respecto al Líbano era apoyar la unidad y soberanía del Líbano como un “estado amigo” y que la crisis libanesa debería ser resuelta por su pueblo y en el contexto de la Constitución de ese país.
Source: Al Manar