Moscú ha prometido continuar su lucha contra el terrorismo en la provincia de Idleb, en Siria, junto a Damasco, a pesar de que esto no encaje con la visión de Washington para resolver la crisis.
Tanto las Fuerzas Armadas rusas como los asesores del país “apoyarán a las Fuerzas Armadas de la República Árabe Siria en su lucha contra el terrorismo”, dijo el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, en una sesión informativa el 17 de febrero.
Refiriéndose a la intensificación de los ataques terroristas en la provincia de Idleb, en el noroeste de Siria, dijo que el gobierno ruso “aún lamenta que estos terroristas se hayan revitalizado en Idleb”.
La declaración sigue al reciente llamamiento del presidente de EEUU, Donald Trump, durante una conversación con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, durante el cual Trump “expresó su preocupación por la violencia en Idleb”. También elogió “los esfuerzos de Turquía para prevenir una crisis humanitaria” en la provincia y dijo que esperaba que Rusia deje de apoyar al gobierno de Assad, según el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Judd Deere.
Las tensiones en la zona de desescalada de Idleb han aumentado constantemente en las últimas semanas. El 3 de febrero, un convoy armado turco cayó bajo fuego de artillería, dejando como resultado cinco muertos. El incidente ocurrió cuando el Ejército sirio estaba llevando a cabo una operación contra terroristas en el área, y no le fueron notificados los movimientos del convoy, según el Ministerio de Defensa ruso.
Ankara tomó represalias, disparando contra posiciones del Ejército sirio y enviando tropas adicionales a la zona de Idleb 10 días después. En respuesta al aumento de tropas, Damasco reconoció oficialmente el genocidio armenio por el Imperio Otomano.
Source: Al Masdar News (traducido por el sitio de Al Manar en español)