La coalición terrorista Yaish al Fatah, dominada por el Frente al Nusra, se ha atribuido el asesinato del embajador ruso Andrei Karlov, muerto a tiros el 19 de diciembre en Ankara. Yaish al Fatah actúa en Siria como un brazo ejecutor de Arabia Saudí, Qatar y otros países.
Según el sitio libanés Elnashrah, el grupo terrorista Yaish al Fatah emitió un comunicado en el que afirmó que el asesinato del embajador ruso en Turquía era obra suya.
La organización terrorista también afirma haber actuado para “vengar la sangre” de los caídos en Alepo.
La reivindicación del Yaish al Fatah dará pie a investigaciones para saber quién es el que está detrás realmente del asesinato, ya que este grupo está patrocinados por Arabia Saudí y otros estados, que tienen numerosos agentes trabajando en su seno.
Arabia Saudi, al igual que EEUU, ve a grupos como el Frente al Nusra y Al Qaida como socios en la lucha contra Rusia, Irán y Siria. Al mismo tiempo, esos países están interesados en dañar las relaciones de Rusia con Turquía y castigar a esta última por tratar el futuro de Siria con los rusos e iraníes, dejándoles de lado. “Esto parece un ataque occidental o de sus aliados árabes contra Rusia por otros medios”, señala Joe Quinn, director del sitio sott.net.
Él manifestó que el llamado “terrorismo islámico” es, en realidad, una versión fabricada del terrorismo, porque los terroristas, que están luchando contra el gobierno del presidente Bashar Assad en Siria, están a sueldo de los gobiernos occidentales y sus aliados del Golfo Pérsico, Arabia Saudí y Qatar, por lo que deben ser llamados “mercenarios”.
Estas políticas occidentales y de las monarquías árabes han llevado el terrorismo a un nivel de peligrosidad mucho mayor, como pueden verse en los recientes atentados en Turquía, Jordania, Alemania y Rusia. En este sentido, la guerra contra el terrorismo va a continuar y nadie debe esperar una rápida victoria.
Source: Sitios Web