En un artículo publicado por RT, Scott Ritter, un ex oficial de inteligencia del Cuerpo de Marines de EEUU, destacó que la reunión de esta semana entre los presidentes Putin y Erdogan en Moscú fue una medida para evitar una guerra entre Rusia y Turquía en Siria.
Ritter, quien se desempeñó su labor en la Unión Soviética como inspector de implementación del Tratado INF, consideró que la reunión entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, acompañados por sus respectivos asesores superiores de seguridad nacional, en Moscú el 5 de marzo tenía como objetivo negociar los términos de un alto el fuego que pusiera fin a los intensos combates en la provincia siria de Idleb, que amenazaban con arrastrar a sus dos naciones a un conflicto militar directo.
“Después de más de seis horas de reunión, un nuevo acuerdo, presentado como un “protocolo adicional” al “Memorándum sobre la estabilización de la situación en el área de desescalada a partir del 17 de septiembre de 2018” (mejor conocido como “Acuerdo de Sochi”) fue suscrito por ambas partes”.
“En el transcurso de una semana, del 27 de febrero al 5 de marzo, la provincia de Idleb pasó de ser la zona cero de una guerra entre el Ejército sirio y las fuerzas aliadas contra grupos fuertemente armados opuestos al gobierno del presidente sirio, Bashar Assad, a convertirse en un barril de pólvora geopolítico que amenazaba con llevar a los ejércitos turco y ruso a un conflicto directo entre ambos. El 1 de marzo, Turquía, siguiendo las amenazas hechas previamente por el presidente Erdogan para empujar al Ejército sirio y sus aliados a la línea de demarcación establecida en el Acuerdo original de Sochi, desencadenó una gran ofensiva, denominada “Operación Escudo de Primavera” e involucró a miles de soldados turcos, que lucharon junto a las formaciones anti-Assad”.
Según Ritter, esta operación pronto fracasó. El avance turco no solo se detuvo en seco, sino que el Ejército sirio, apoyado por Hezbolá y las fuerzas pro iraníes, pudo recuperar la gran mayoría del territorio perdido en los combates anteriores.
“Teniendo ante sí la opción entre escalar aún más el conflicto y enfrentarse directamente a las fuerzas rusas o enfrentarse a la derrota en el campo de batalla, Erdogan voló a Moscú”.
“El nuevo protocolo adicional, que entró en vigencia a la medianoche hora de Moscú del viernes 6 de marzo, representa una derrota estratégica para Erdogan y el ejército turco que, como la segunda fuerza armada permanente más grande de la OTAN, está equipado y entrenado dentro los más altos estándares occidentales y debería teóricamente haber prevalecido frente a un Ejército sirio desgastado después de nueve años de combate sin descanso”.
“Una de las principales razones detrás del fracaso turco fue el hecho de que Rusia controlaba el espacio aéreo sobre Idleb, negando a los turcos la utilización de aviones, helicópteros y drones (a excepción de un solo período de 48 horas), mientras usaba sus propios aviones, junto con la Fuerza Aérea Siria, para golpear tanto al Ejército turco como a sus grupos aliados (aunque ninguna de las partes ha confirmado oficialmente que los rusos bombardearan a los turcos, lo cual hubiera sido un desastre para las conversaciones)”.
“Al final, los militantes anti-Assad se vieron obligados a refugiarse en los llamados “puestos de observación”, guarniciones turcas fuertemente fortificadas establecidas bajo el Acuerdo de Sochi, mezclándose con las fuerzas turcas para protegerse de nuevos ataques. La Operación Escudo de Primavera se acabó convirtiendo una rotunda derrota para los turcos y sus aliados”.
“El acuerdo también se centra en otro aspecto crítico, pero no cumplido, del acuerdo original de Sochi: la garantía de un paso seguro a lo largo de los corredores estratégicos de las autopistas M4 y M5, que conectan la ciudad de Alepo con Latakia (M4) y Damasco (M5). La incapacidad y / o falta de voluntad por parte de los turcos para cumplir con esta disposición fue el ímpetu principal detrás de la actual ofensiva siria en Idleb. De hecho, el Ejército sirio pudo obtener el control total de la autopista M5 y estaba en el proceso de hacer lo mismo con la autopista M4 cuando el acuerdo de Moscú puso fin a los combates”.
“Según los términos del protocolo adicional, las nuevas zonas de desescalada quedarán fijadas por los frentes tal como existen actualmente, consolidando, de este modo, los avances logrados con esfuerzo por el Ejército sirio y avergonzando a Erdogan, quien había prometido hacer retroceder a los sirios hasta las posiciones que existían en el momento del Acuerdo original de Sochi. Además, la autopista M4 ahora estará protegida por una zona de seguridad de 12 kilómetros (seis kilómetros a cada lado), y será patrullada conjuntamente por Turquía y Rusia, lo que garantiza un paso seguro para el tráfico de vehículos comerciales. Estas patrullas comenzarán el 15 de marzo, lo que significa que los turcos tienen diez días para supervisar la evacuación de los militantes anti-Assad de este corredor y empujarlos hacia el norte de la autopista M4, que era el objetivo de la ofensiva siria.
“Si bien se expresó como un acuerdo de alto el fuego, el protocolo adicional producido por la cumbre de Moscú entre Putin y Erdogan el jueves es un instrumento de rendición de los turcos apenas disfrazado”, concluye el escritor: “El gobierno sirio consiguió todo lo que estaba buscando al lanzar su ofensiva, y los turcos y sus aliados anti-Assad se quedaron lamiendo sus heridas en una bolsa de Idleb muy reducida”.
Source: RT