Meses después de haber salido de lo que ellos llaman el campo de la muerte, (en referencia al campo de Rukban, ubicado en la zona de Tanf, controlada por los norteamericanos, en la frontera sirio-iraquí), los ciudadanos del pueblo de Mehin en el sudeste de la provincia de Homs, llenan las calles de su poblado y sus tierras agrícolas, que fueron obligados a abandonar durante años debido al terrorismo.
En un entorno en el que reina la seguridad y la paz gracias a los sacrificios del Ejército sirio, los residentes del referido poblado están intentando recuperar la normalidad y borrar de la memoria los años de opresión que vivieron en el mencionado campo.
“Tras su liberación del terrorismo que aterrorizó a la gente, la estabilidad alentó a las familias a regresar a Mehin, y como pueden ver, las familias llevan una vida normal ahora”, dijo Mohammad Harb, un residente.
Desde su liberación, el gobierno intensificó sus esfuerzos para rehabilitar la infraestructura y garantizar las necesidades básicas a los ciudadanos.
Según el alcalde, más de 750 familias retornaron a sus hogares en el poblado.
Source: SANA