China debería esperar lo peor, advierte un informe del servicio de inteligencia chino que no descarta la confrontación militar con EEUU, como resultado de las tensiones provenientes de una nueva ola de sentimiento anti-chino avivado por Washington.
Según Reuters, que cita a las personas que lo vieron, el informe fue escrito por el Instituto Chino de Relaciones Internacionales Modernas, que informa al Ministerio de Seguridad del Estado chino. Fue presentado al presidente chino a principios de abril, citando una ola de animosidad que podría poner al país al borde de la guerra con EEUU.
“Una ola que se asemeja a los sentimientos antagónicos que se habían alimentado contra China durante los eventos de la Plaza Tianmen en 1989”, comparó.
El presidente de EEUU, Donald Trump, y su secretario de Estado Mike Pompeo no han renunciado a su campaña de acusaciones contra Pekín por su manejo de la crisis pandémica, acusándolo de haber eclipsado su magnitud. Estos ataques han sido vistos como un intento de Trump de ocultar su ineptitud a la hora de tomar medidas que impidieran la actual propagación del coronavirus en EEUU.
Desde el principio, lo llamaron “el virus de Wuhan”, en alusión a la ciudad que fue el foco principal de la epidemia, intentando dar un carácter nacional al virus, algo que todos los demás países han rechazado y condenado.
El 3 de mayo, en ABC, Pompeo continuó sus acusaciones con el mismo tono de hostilidad diciendo que “China es conocida por infectar al mundo”.
“Podemos confirmar que el Partido Comunista Chino ha hecho todo lo posible para evitar que el mundo sea notificado a tiempo. Hay muchas evidencias. Han expulsado a periodistas y los profesionales de la salud en China han sido silenciados, todas estas cosas que hace un régimen autoritario”, dijo el secretario de Estado.
“Así es como actúa el Partido Comunista. Es una empresa clásica de desinformación comunista”, insistió, resucitando una retórica digna de la Guerra Fría, según la agencia rusa Sputnik.
Pompeo también se hizo eco de las acusaciones de Donald Trump de que el virus se filtró del famoso laboratorio chino P4 en Wuhan.
“Existe una inmensa evidencia de que aquí es donde comenzó”, dijo.
Además del hecho de que estas acusaciones contradicen el diagnóstico de la Organización Mundial de la Salud (OMS), también cuestionan las conclusiones de los servicios de inteligencia estadounidenses, que aseguran que el coronavirus no pueda estar vinculado a una fuga en dicho laboratorio.
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, también parece tener esta opinión y va aún más lejos.
Según él, el virus que asola a EEUU, el país mas afectado por la pandemia, no es el de China, sino el de Europa.
Refiriéndose a una investigación de la Northeastern University, dijo que más de 10.000 neoyorquinos podrían haber contraído la enfermedad ya cuando el estado tuvo su primer caso confirmado el 1 de marzo. Él manifestó que pensaba que Italia era la fuente probable.
Para muchos observadores y analistas, las palabras de Trump y su entorno están motivadas por las elecciones presidenciales programadas para el próximo noviembre. Trump va detrás del candidato demócrata, Joe Biden, en todas las encuestas.
Habiendo tomado la seriedad de la pandemia a la ligera, el presidente estadounidense es acusado por la opinión pública de haber tomado las medidas necesarias demasiado tarde para contenerlo. También se le acusa de las deficiencias del sistema de salud estadounidense, especialmente desde que canceló el programa establecido por su predecesor, Barack Obama, para mejorarlo.
Necesita un chivo expiatorio para culparlo por sus contratiempos y nadie mejor que China, con la que ya está en guerra comercial desde su elección.C
Source: Diversas