Varios miembros capturados del grupo terrorista Daesh han confesado su estrecha cooperación con las fuerzas militares estadounidenses estacionadas en la base de Al Tanf, en la provincia siria central de Homs, para llevar a cabo actos de terror y sabotaje.
Durante las confesiones transmitidas en la red de televisión estatal siria el jueves por la noche, tres extremistas, identificados como Salah Yaber al Zaher, Ali Salim Yahya y Amer Abd al Ghafar Nemah, pero más conocidos por los nombres de guerra de Abu Abdal Rahman al Salafi, Abu al Bara´a al Homsi y Abu Sawan, revelaron que fueron instruidos por las fuerzas estadounidenses para atacar a las tropas del gobierno sirio dentro y alrededor de la antigua ciudad de Palmira, la Base Aérea Militar de Tiyas, también conocida como la Base Aérea T-4, el campo de gas Shaer y los pozos petroleros cercanos, informó la agencia oficial de noticias de Siria, SANA.
“Una vez, un estrecho colaborador de nuestro comandante, Hassan Alqam al Yazrawi, vino a mí y me dijo que estaba en contacto con los estadounidenses de la base de Al Tanf. El hombre, cuyo nombre era Hassan al Wali, agregó que era necesario apuntar a Palmira y la Base Aérea T4, y que las fuerzas estadounidenses nos proporcionarían lanzacohetes y ametralladoras, además de apoyo financiero, automóviles y todo lo que necesitáramos”.
“Agregó que los estadounidenses también usaron aviones de reconocimiento para monitorear los movimientos de los soldados del Ejército sirio en la región de Palmira e informarnos sobre sus actividades”, dijo uno de los terroristas.
Los militantes, que fueron arrestados recientemente durante una operación de seguridad en el desierto sirio, más tarde señalaron la existencia de una coordinación entre sus comandantes y los del llamado Ejército del Mando Revolucionario.
En otra parte de sus confesiones, los terroristas también se refirieron a las negociaciones entre sus líderes con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) patrocinadas por EEUU y lideradas por los kurdos.
Uno de los terroristas dijo que hubo conversaciones entre las dos partes una vez en Raqqa, la antigua capital de facto de Daesh.
“Hubo coordinación para cualquier operación que llevamos a cabo. Con el conocimiento de los estadounidenses, nos trasladamos de Raqqa a Deir Ezzor. Teníamos la protección de tres vehículos Cougar (movilidad de infantería) y dos Hummers, que pertenecían a las fuerzas estadounidenses y nos acompañaban. Los helicópteros de combate también sobrevolaron todo el camino hasta Deir Ezzor”, dijo.
Sobre las fuentes de apoyo financiero y logístico, los terroristas explicaron que sus dirigentes coordinaban los asuntos mensualmente en la base de Al Tanf.
“Solían ir a la base todos los meses, y traían envíos de alimentos, municiones y armas, la mayoría de los cuales eran de fabricación estadounidense … Solíamos obtener todos nuestros suministros de la base. Cada vez que uno de nosotros resultaba herido, lo llevábamos allí para recibir tratamiento. La base de Al Tanf fue un refugio para nosotros. Íbamos allí cada vez que el Ejército sirio asediaba una región, esperando en ella durante varias semanas y recibiendo alimentos y primeros auxilios”, dijeron los miembros capturados del Daesh.
Source: Medios sirios